Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Díaz Ayuso | Pandemia | Hospital Zendal
El éxito del Hospital Isabel Zendal se ha vuelto indigerible para la ineficaz siniestra parasitaria

Los medios extranjeros ensalzan el Isabel Zendal

|

El Hospital Enfermera Isabel Zendal ya es considerado como la joya de la comunidad de Madrid para abordar la escalada y sobresaturación del covid19. Hasta la prensa extranjera ha atacado duramente a la izquierda española por su actitud impresentable y sus maliciosos bulos contra el Isabel Zendal; máxime, al comprobar que ninguna comunidad ha sabido trabajar con la misma eficiencia que Madrid: ahí tienen lo sucedido en los hospitales de campaña de Valencia, Castilla La Mancha, etc. Estos días he escuchado en una cadena de radio unos comentarios sobre el hospital Isabel Zendal dignos de una ignorante seudoperiodista: sentí vergüenza ajena porque se notaba que -- sin conocer ni haber estado en el Zendal—aventaba su odio envalentonado, su siniestro pensamiento y su ‘republiqueta’ de pacotilla. Será cuestión de sentarse en el quicio de la puerta para ver pasar su cadáver. Al tiempo.

Hoy, el Isabel Zendal, es una bandera que aplauden todos los países de nuestro entorno, incluso ya lo han copiado. A eso se llama estar a la altura de las circunstancias en tiempo y forma. Ninguna otra comunidad ha cogido al toro por los cuernos, ni siquiera Cataluña; con la cantidad de dinero enviado a Cataluña, retrayéndolo del dinero adeudado a otras comunidades y evitando la insensatez de la ‘embajadas’ catalanas, bien podría haber dedicado un ‘zendal’ a la Sanidad y otro a la educación; sin embargo, ese dinero lo dedicó la comunidad a alimentar el golpismo, el activismo independentista y el adoctrinamiento integral.

Cataluña derrocha como pocas comunidades. Hay otras formas de derroche como la efectuada en Andalucía por María Jesús Montero: según ha manifestado el Tribunal de Cuentas, la ahora ministra de Hacienda prescindió de algo más de 8.000 sanitarios en el tiempo que fue consejera de Salud. Cuando copiar de Madrid parece lo más práctico, lógico y sensato, la izquierda no admite que la comunidad de Madrid se vuelque en lo público; hubieran preferido las formaciones de la siniestra que el hospital fuera privado para así disponer de munición contra Isabel Ayuso. El éxito del Hospital Isabel Zendal se ha vuelto indigerible para la ineficaz izquierda parasitaria.

A día de hoy, la presidenta ha aleccionado a Salvador Illa, llegando a quedar como el ‘hombre de paja’ del Gobierno; el presidente no soporta que una mujer le dé sopas con onda, y también ha claudicado ante la planificación de Ayuso con todo su odio y dolor; hasta Grande-Marlaska anda escondido porque le han encontrado las cosquillas de su pasado y de su presente. Otro que también está muy callado últimamente es el ‘vicepandemias’ segundo, pero ya se sabe: sigue pendiente de Franco; sin el caudillo, él no es nadie porque carece de discurso inteligente. Lo suyo son las arengas vacías.

No me ha sorprendido cómo decenas de diarios europeos han destacado, y siguen destacando, el buen hacer de Isabel Díaz Ayuso y su ascenso político. No han faltado cabeceras en Francia, Alemania, Austria, Finlandia, Italia y Reino Unido, entre otros, elogiando la gestión “eficaz, sensata, elegante y disciplinada” de la presidenta desde el inicio de la pandemia. Todos se han deshecho en halagos hacia “el milagro de Madrid” y “la musa de la derecha española”. El diario francés “Le Fígaro” no ha dejado de reconocer y ensalzar a Díaz Ayuso y su equipo, incluso ha llegado a calificarla como “la luchadora contra el coronavirus”. Por el contrario, el presidente del Gobierno sale muy mal parado en todos los envites y comentarios, a la vez que se le considera el culpable por negligencia de los miles de muertos. Es curioso que el ‘vice’ segundo reciba el trato de “patata” y otras veces de “desechable patata caliente”, por su negligencia en las residencias de ancianos, su desidia hacia los afectados y sus destrozos en el mal llamado ‘escudo social’.

Los liberados sindicales de la izquierda, y particularmente de la sanidad madrileña, se han dedicado a tirar piedras a su tejado, convirtiendo su actitud en una vergonzosa manipulación. Muchos siguen aventando estupideces, y pasan información falsa a algunos medios pagados por el Gobierno, esos a los que se conoce como ‘cagaítos’. De todos esos liberados sindicales, ninguno ha renunciado a la liberación para ayudar a realizar test, poner vacunas o acudir al Zendal. En estos casos, la Administración debería eliminar de oficio esas liberaciones porque son atentatorias contra la sociedad. Si los sindicatos quieren liberados para hacer daño, deberían pagarlos ellos en vez de hacerlo la Administración. ¿Cuánto creen que iban a durar los liberados sindicales? Pues ese es uno de los temas que habrá que tratar en profundidad cuando se abra el melón de la Constitución, junto con otros muchos.

Los medios extranjeros ensalzan el Isabel Zendal

El éxito del Hospital Isabel Zendal se ha vuelto indigerible para la ineficaz siniestra parasitaria
Jesús  Salamanca
martes, 26 de enero de 2021, 11:19 h (CET)

El Hospital Enfermera Isabel Zendal ya es considerado como la joya de la comunidad de Madrid para abordar la escalada y sobresaturación del covid19. Hasta la prensa extranjera ha atacado duramente a la izquierda española por su actitud impresentable y sus maliciosos bulos contra el Isabel Zendal; máxime, al comprobar que ninguna comunidad ha sabido trabajar con la misma eficiencia que Madrid: ahí tienen lo sucedido en los hospitales de campaña de Valencia, Castilla La Mancha, etc. Estos días he escuchado en una cadena de radio unos comentarios sobre el hospital Isabel Zendal dignos de una ignorante seudoperiodista: sentí vergüenza ajena porque se notaba que -- sin conocer ni haber estado en el Zendal—aventaba su odio envalentonado, su siniestro pensamiento y su ‘republiqueta’ de pacotilla. Será cuestión de sentarse en el quicio de la puerta para ver pasar su cadáver. Al tiempo.

Hoy, el Isabel Zendal, es una bandera que aplauden todos los países de nuestro entorno, incluso ya lo han copiado. A eso se llama estar a la altura de las circunstancias en tiempo y forma. Ninguna otra comunidad ha cogido al toro por los cuernos, ni siquiera Cataluña; con la cantidad de dinero enviado a Cataluña, retrayéndolo del dinero adeudado a otras comunidades y evitando la insensatez de la ‘embajadas’ catalanas, bien podría haber dedicado un ‘zendal’ a la Sanidad y otro a la educación; sin embargo, ese dinero lo dedicó la comunidad a alimentar el golpismo, el activismo independentista y el adoctrinamiento integral.

Cataluña derrocha como pocas comunidades. Hay otras formas de derroche como la efectuada en Andalucía por María Jesús Montero: según ha manifestado el Tribunal de Cuentas, la ahora ministra de Hacienda prescindió de algo más de 8.000 sanitarios en el tiempo que fue consejera de Salud. Cuando copiar de Madrid parece lo más práctico, lógico y sensato, la izquierda no admite que la comunidad de Madrid se vuelque en lo público; hubieran preferido las formaciones de la siniestra que el hospital fuera privado para así disponer de munición contra Isabel Ayuso. El éxito del Hospital Isabel Zendal se ha vuelto indigerible para la ineficaz izquierda parasitaria.

A día de hoy, la presidenta ha aleccionado a Salvador Illa, llegando a quedar como el ‘hombre de paja’ del Gobierno; el presidente no soporta que una mujer le dé sopas con onda, y también ha claudicado ante la planificación de Ayuso con todo su odio y dolor; hasta Grande-Marlaska anda escondido porque le han encontrado las cosquillas de su pasado y de su presente. Otro que también está muy callado últimamente es el ‘vicepandemias’ segundo, pero ya se sabe: sigue pendiente de Franco; sin el caudillo, él no es nadie porque carece de discurso inteligente. Lo suyo son las arengas vacías.

No me ha sorprendido cómo decenas de diarios europeos han destacado, y siguen destacando, el buen hacer de Isabel Díaz Ayuso y su ascenso político. No han faltado cabeceras en Francia, Alemania, Austria, Finlandia, Italia y Reino Unido, entre otros, elogiando la gestión “eficaz, sensata, elegante y disciplinada” de la presidenta desde el inicio de la pandemia. Todos se han deshecho en halagos hacia “el milagro de Madrid” y “la musa de la derecha española”. El diario francés “Le Fígaro” no ha dejado de reconocer y ensalzar a Díaz Ayuso y su equipo, incluso ha llegado a calificarla como “la luchadora contra el coronavirus”. Por el contrario, el presidente del Gobierno sale muy mal parado en todos los envites y comentarios, a la vez que se le considera el culpable por negligencia de los miles de muertos. Es curioso que el ‘vice’ segundo reciba el trato de “patata” y otras veces de “desechable patata caliente”, por su negligencia en las residencias de ancianos, su desidia hacia los afectados y sus destrozos en el mal llamado ‘escudo social’.

Los liberados sindicales de la izquierda, y particularmente de la sanidad madrileña, se han dedicado a tirar piedras a su tejado, convirtiendo su actitud en una vergonzosa manipulación. Muchos siguen aventando estupideces, y pasan información falsa a algunos medios pagados por el Gobierno, esos a los que se conoce como ‘cagaítos’. De todos esos liberados sindicales, ninguno ha renunciado a la liberación para ayudar a realizar test, poner vacunas o acudir al Zendal. En estos casos, la Administración debería eliminar de oficio esas liberaciones porque son atentatorias contra la sociedad. Si los sindicatos quieren liberados para hacer daño, deberían pagarlos ellos en vez de hacerlo la Administración. ¿Cuánto creen que iban a durar los liberados sindicales? Pues ese es uno de los temas que habrá que tratar en profundidad cuando se abra el melón de la Constitución, junto con otros muchos.

Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto