La hierba de San Juan, una planta que crece de forma silvestre, se ha
utilizado durante siglos para los trastornos de salud mental. La hierba se
sigue empleando para la depresión en Europa aunque su uso se ha
prohibido en Francia y otros países como Reino Unido, Canadá y Japón
están en proceso de incluir en el etiquetado de estos productos
advertencias sobre sus interacciones con otros fármacos.
Se trata de una planta con flores amarillas, que florece alrededor de la
festividad de este santo el 24 de junio, de ahí su nombre, y cuyos usos
medicinales se registran desde la antigua Grecia. Para hacer los
medicamentos se utilizan las flores y las hojas.
Como señalan desde la Medline Plus, un servicio en Internet de la Biblioteca Nacional
de Medicina de Estados Unidos, durante largo tiempo los investigadores pensaron que una sustancia química presente en la hierba de San Juan y llamada hipericina era la
responsable de sus efectos contra la depresión.
Sin embargo, las informaciones más recientes sugieren que otra sustancia química, la
hiperforina, juega un papel mayor en la depresión. La hipericina y la hiperforina ejercen su
acción sobre los mensajeros químicos que regulan el estado de ánimo en el sistema
nervioso.
Según señalan desde el sitio web del Centro Nacional de Medicina Complementaria y
Alternativa de Estados Unidos (nccam.nih.gov) las evidencias actuales del uso de la hierba
de San Juan para la depresión no son concluyentes y la hierba puede tener efectos
secundarios graves. Por este motivo, la institución estadounidense ofrece desde su página
en Internet las siguientes advertencias:
1. La hierba de San Juan no es una terapia probada para la depresión
Los resultados de los estudios sobre la eficacia de la hierba de San Juan para la depresión
no son concluyentes.
2. La hierba de San Juan es conocida por afectar al metabolismo de numerosos fármacos
y puede producir efectos secundarios graves
La combinación de hierba de San Juan con ciertos antidepresivos puede conducir a un
aumento potencialmente mortal de serotonina, un componente químico al que se dirigen
los antidepresivos. La hierba de San Juan puede también limitar la eficacia de muchos
medicamentos, incluyendo las píldoras anticonceptivas, la digoxina (un fármaco para el
corazón), algunos fármacos para el VIH y medicamentos para el cáncer, entre otros.
3. No utilizar la hierba de San Juan para reemplazar el cuidado convencional o posponer
la visita a un médico.
Si la depresión no se trata de forma adecuada, se puede volver más grave y, en algunos
casos, podría estar asociada con el suicidio. Consultar a un médico si se padece depresión
o si alguien que conoce podría padecerla es lo más conveniente.
4. Muchos suplementos dietéticos no han sido probados en mujeres embarazadas,
madres lactantes o niños
Existe poca información sobre la seguridad de la hierba de San Juan en mujeres
embarazadas o niños, por lo que es especialmente importante hablar con profesionales
de la salud si está embarazada o da el pecho o si está considerando dar un suplemento
dietético a un niño.
5. Informe a todos sus médicos sobre cualquier método de salud complementario que
esté utilizando
Proporcione una visión completa de lo que hace para manejar su salud. Esto ayudará a
conseguir que los cuidados para su salud sean seguros y coordinados y evitar así posibles
interacciones entre los tratamientos.