Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Comunicación positiva

¡Qué te pego leche!

Requiem cantim pace
Francisco J. Caparrós
martes, 30 de septiembre de 2014, 07:53 h (CET)
Miguel Boyer Salvador, el que fuera diputado socialista menos socialista que ha pisado el Congreso, ha fallecido ayer a causa de una embolia a los setenta y cinco años de edad. Durante aproximadamente tres años, ocupó una cartera ministerial tan difícil de gestionar como la de Economía, pero de aquel complicado reto no salió tan mal parado como Ruíz Mateos, empresario a quien expropió el holding de la abeja, entramado de empresas cuyas irregularidades en la gestión hizo necesario tomar una medida tan drástica como arriesgada. Y es que de ese traumático hecho, el expropietario de Rumasa no ha llegado nunca a recuperarse del todo. Gloriosas resultaron sus intervenciones públicas, en las que amenazaba a su némesis con arrearle un sopapo delante de las cámaras. De ahí que la imagen del jerezano, embozado en un disfraz del hombre de acero, haya pasado a formar parte, por méritos propios, del imaginario colectivo de este bendito país.

Tras la desaparición del exministro, ahora todo son alabanzas y parabienes, pero las hemerotecas están plagadas de comentarios ásperos, más o menos malintencionados, acerca de su matrimonio con la diva del savoir vivre patrio, Isabel Preysler. De hecho, nadie daba un duro por aquella unión entre un tío aparentemente tan sieso y una atractiva cortesana acostumbrada a exhibirse y airear su glamurosa vida en las revistas de papel couché, como la que ahora ya es su viuda. Es más, el hito más sorprendente en la vida del economista no fue que un gentleman como él militase durante más de cuarenta años en el Partido Socialista Obrero Español, sino que lograse conservar un matrimonio que sorprendió a tantos. Ciertamente, ignoro qué podrían ofrecerse el uno al otro para conseguir mantener viva aquella llama, pues los mundos de los que ambos procedían eran, con toda probabilidad, tan dispares el uno del otro, pero es evidente que lo consiguió.

Noticias relacionadas

Estamos entrando en tiempos en los que la palabra paz se pronuncia con más facilidad que se practica. No faltan quienes, antes de llegar al poder, aseguran que no iniciarán nuevas guerras, que pondrán fin a las ya existentes, que tenderán puentes en lugar de cavar trincheras. Promesas que, una vez alcanzadas las altas esferas, se diluyen entre intereses y el deseo, a menudo mal disimulado, de dejar una huella de fuerza en el tablero internacional.

Oímos hablar en los medios de los aforamientos y de sus beneficiados, los aforados. Pero con frecuencia nos liamos la manta a la cabeza y creemos que solo son aforados los políticos, o que ningún aforado puede ser juzgado. Con lo que bien está que sean aclaradas ciertas cosas básicas sobre tan esencial asunto.

El 23 de junio de 1936, un documento oficial norteamericano revela la inquietud que embarga a los delegados de Estados Unidos para lograr un acuerdo territorial relacionado con el Chaco, a un año de haberse logrado el cese de hostilidades entre Paraguay y Bolivia.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto