El quinto partido de las semifinales estaba diseñado para ser la fiesta hecha a medida de un Valencia Basket espléndido que quería dar a sus aficionados la guinda final a una temporada para enmarcar. El Barça llegaba sumido en un mar de dudas tras suicidarse en el Palau, aunque también visitaba la Fonteta con la credencial que da ser un fijo cada año en la final de la Liga Endesa.
Al final lo que se confirmó es que el equipo de Xavi Pascual sabe vivir como pocos en el alambre, no sólo por haber tenido que llegar a un quinto partido tras llevar 0-2 la serie a su favor, sino porque durante gran parte de la primera parte estuvo jugando sin red a merced de Doellman y compañía.
El Barça supo evitar la escapada de Valencia Basket a pesar de que los taronja hicieron méritos para dar una primera estocada al conjunto culé. Aupados en el dominio del rebote y en la certeza en los tiros libres, el conjunto de Velimir Perasovic dio el primer paso para poner un pie en la final, donde esperaba desde hace días el Real Madrid. El partido desde el comienzo siguió el guión de ir punto a punto con un intercambio de canastas. Sin embargo, era Valencia quien buscaba con mayor convicción a sus interiores.
La dirección de Huertas y la lectura de Navarro frenaron la racha anotadora de Doellman y de paso metieron en el partido a Ante Tomic. Una pérdida en forma de pasos de Kostas Papanikolaou sumió a los blaugrana en una crisis que tuvo su punto más álgido con el 41-30 a favor de los locales tras un triple de Rafa Martínez. Era la máxima ventaja para los taronja al filo del descanso.
El arranque de la segunda mitad cambió el devenir del partido y acabó marcando el choque. El equipo de Xavi Pascual encontró en Erazem Lorbek a su mejor bastión para sumar con regularidad desde la pintura y atacar de paso uno de los pocos puntos débiles de Valencia. Pero ante cualquier reacción visitante aparecía Justin Doellman para llevar de nuevo hasta los 10 puntos de ventaja (49-39) a falta de seis minutos para finalizar el tercer cuarto.
Para entonces Juan Carlos Navarro, con la cooperación de Abrines, y Huertas se echaban el equipo a sus espaldas para evitar que los valencianistas se escaparan en el peor momento. Los locales se encomendaron a un gran Sato y al acierto del que han hecho gala en su histórica temporada. Con Van Rossom, Rafa Martínez y Doellman manteniendo apretado el marcador. Así (75-75) se llegó a falta de siete segundos, con posesión para los de Pascual. Entonces fue el momento para que un imperial Marcelinho Huertas silenciara la Fonteta con una canasta sobre la bocina a un pie.
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