El colectivo de presos de ETA emitió este sábado un comunicado en el que los reclusos de la banda terrorista reconocen “con toda sinceridad el sufrimiento y daño multilateral generados” por sus atentados y con el que dicen asumir “toda la responsabilidad sobre las consecuencias” de sus acciones.

El comunicado, de dos folios, ha sido remitido este sábado al periódico ‘Gara’. Otro de los puntos más relevantes es que los presos de ETA señalan que, de producirse "avances", podrían aceptar someterse a la legislación española.

“Podríamos aceptar que nuestro proceso de vuelta a casa –nuestra excarcelación y de manera prioritaria nuestro traslado a Euskal Herria– se efectuase utilizando cauces legales, aun cuando ello para nosotros implícitamente conlleve la aceptación de nuestra condena”, señala el texto, fruto del debate abierto en los últimos meses en el seno del denominado Colectivo de Presos y Presas Políticos Vascos (EPPK).

Los reclusos de la banda terrorista también muestran su disposición a analizar la responsabilidad de cada uno de ellos, aunque “dentro de un proceso acordado que reúna las condiciones y garantías suficientes”. El comunicado llama en este sentido a los políticos, agentes y ciudadanos vascos a “buscar un amplio consenso que posibilite nuestro regreso a casa, enmarcado en un proceso integral, que no ponga en cuestión nuestro carácter ni dignidad política”.

El EPPK remarca, además, su “absoluto” compromiso con el nuevo escenario abierto y expresa su renuncia “al método utilizado en el pasado para hacer frente a la imposición, represión y vulneración de derechos”.

Este reconocimiento del dolor causado se enmarca dentro de “la visión global” que a su entender debe presidir “la solución política en el ámbito de las consecuencias del conflicto”. Los presos de ETA reconocen “el nuevo escenario surgido tras el cese de la lucha armada de ETA” y se compromenten a utilizar de ahora en adelante “vías y métodos políticos y democráticos”

“En lo sucesivo renunciamos al empleo del método utilizado en el pasado para hacer frente a la imposición, represión y vulneración de derechos”, señala el texto.

El documento es fruto del debate abierto en los últimos meses en el seno del EPKK. Los presos, de hecho, se quejan de las “difíciles condiciones” en el que han tenido que desarrollar el debate así como del “acoso” que dicen haber sufrido en este proceso.

“Aunque la represión carcelaria es siempre extrema, muy lejos de lo que cabía esperar, tras la decisión de la organización ETA de poner fin a la lucha armada hace dos años, no se ha flexibilizado e incluso, en algunos casos, hasta se ha acentuado”, asegura el colectivo de presos etarras, quienes dicen ser “rehenes de los Estados español y francés”.

Afirman que “el sistema carcelario” ha sido construido “para aniliquarlos tanto a nosotros como a nuestros familiares y amigos”. “Se sirven de leye y medidas de excepción para negar los derechos y beneficios penitenciarios que nos corresponde, a fin de obstaculizar la excarcelación hasta imposibilitarla”, señala el texto.

Los reclusos añaden que “la tortura” ha sido y es “un elemento esencial” en la represión que dicen sufrir, por lo que exigen que tanto la política penitenciaria como los procedimientos judiciales por los que fueron condenados “sean revisados y evaluados y reparado el daño causado”

Los presos también hacen referencia a la sentencia con la que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) vetó la aplicación retroactiva de la ‘doctrina Parot’, con la que se había alargado el periodo de permanencia en prisión a cerca de 60 etarras. “Siguen utilizando la política penitenciaria al servicio de objetivos e intereses políticos, vulnerando y violando derechos fundamentales, tal y como ha sentenciado Europa”, señalan en este sentido.

Los presos aseguran que “los enemigos de la libertad en Euskal Herria” son ahora “enemigos de la paz” y obstaculizan el “proceso democrático”. Por eso el EPKK, según dice, ha decidido asumir su “responsabilidad”, para “evitar que el proceso de solución se enfangue”.

Los reclusos etarras aseguran que “para resolver las consecuencias del conflicto político resulta indispensable tomar en cuenta el origen y las razones del mismo”. “Es precisa una hoja de ruta firme para que el conflicto que sufre nuestro pueblo encuentra una solución integral. El origen político del conflicto exige asimismo una solución política”. El EPKK alerta, en este sentido, de “cualquier salida parcial o falsa” en el proceso

Las exigencias del EPKK son las siguientes: “derogar toda la situación y medida de excepción”, “adaptar el entramado jurídico a la situación política”, “cambiar radicalmente la política penitenciaria” y poner fin “a la dispersión”.

Es en este contexto en el que dicen estar dispuestos a “aceptar que nuestro proceso de vuelta a casa –nuestra excarcelación y de manera prioritaria nuestro traslado a Euskal Herria– se efectuase utilizando cauces legales, aun cuando ello para nosotros implícitamente conlleve la aceptación de nuestra condena”.

Dicen aceptar “que tanto la ley como su aplicación cumplen una función esencial de cara al futuro”. En este contexto, los presos etarras aceptan “estudiar y tratar la posibilidad de que el proceso que culmine con nuestra vuelta a casa se efectúe de manera escalonada, mediante compromisos individules y en tiempo prudencial”.

El EPPK asegura que “no rehuirá sus propias responsabilidades ni dependerá de los movimientos de los demás”. “Haremos cuanto esté en nuestra mano, con total generosidad, en la consecución de la libertad de Euskal Herria”.