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Doblete del brasileño
Atlético-Osasuna: Diego Costa hace sombra a Messi (2-1)
Daniel Sanabria |
martes, 24 de septiembre de 2013, 23:13
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2-Atlético de Madrid: Courtois (3); Juanfran (3), Miranda (3), Godín (2), Insúa (2); Tiago (3), Mario Suárez (2); Koke (3), Turan (2), Diego Costa (3); Leo Baptistao (1).
1-Osasuna: Andrés (2); Bertrán (1), Loties (1), Arribas (2), Damiá (1); Puñal (2), Loé (1); Sisí (1), Silva (1), Armenteros (1); Oriol Riera (2).Y es que el Atlético gana los partidos como lo hacen Madrid y Barcelona, aplastando a sus rivales, goleando, sin dar opción a la sorpresa. Da igual quien sea el rival que llegue al Calderón, el Atlético sale como si de una final se tratase. Ante Osasuna, los rojiblancos ya iban ganando por dos tantos en el minuto veinte. Sin contemplaciones. Sin esperas.
Quizá Diego Costa no sea tan guapo como Cristiano ni tan gentleman como Messi, pero dispara el mismo veneno. Con Villa sentando en el banquillo, el ariete brasileño tomaba la responsabilidad goleadora y no falló ante Andres Fernández. Primero con el pie, después con la cabeza, la bestia del Atlético remató a las mallas los centros de Juanfran y Koke. El debate sobre su posible convocatoria con España sigue latente.
Si Diego Costa tiene la pólvora, Koke tiene la magia. El canterano encabeza la lista de asistentes de la Liga, con cinco pases de gol. Y no es casualidad. Tras tres temporadas en el primer equipo se ha convertido en un futbolista maduro, un intocable. Koke crea, dirige el equipo, abre espacios, ve una rendija donde los demás ven tapones, en resumen, juega al fútbol, algo que a día de hoy es un valor que asegura el éxito.
Villa, otra vez desaparecido
Mientras el Atlético trataba de cerrar el partido, Osasuna aprovechaba las pocas oportunidades que tenía a balón parado. Y así encontró su premio, tras un remate de escuela de Oriol Romeu que dejó en evidencia a toda la zaga colchonera. Fue la úniva vez que Osasuna disparó a portería en noventa minutos. Poco más ofrecieron los rojillos, disfrazados de un verde manzana que hacía daño a la vista.
Con el marcador ajustado, Villa saltó a la palestra. El asturiano tenía esta vez la misión de matar el partido, pero volvió a ofrecer su peor versión. Complicado arranque el que está teniendo el siete de España en el Atlético, siempre a la sombra de Diego Costa, a día de hoy ídolo indiscutible en el Calderón.
Lo intentó Osasuna con más corazón que cabeza en la recta final, pero al rocoso Atlético de Simeone cuesta un mundo hacerle gol. El buen hacer defensivo de Miranda y Tiago, que está viviendo una segunda juventud, frenaron las embestidas rojillas. La próxima parada del Atleti es en el Santiago Bernabeu, un estadio al que ya se acude sin miedos ni fantasmas. Un escenario en el que este Atleti salió campeón.
Atlético-Osasuna: Diego Costa hace sombra a Messi (2-1) | ||||||
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Y es que el Atlético gana los partidos como lo hacen Madrid y Barcelona, aplastando a sus rivales, goleando, sin dar opción a la sorpresa. Da igual quien sea el rival que llegue al Calderón, el Atlético sale como si de una final se tratase. Ante Osasuna, los rojiblancos ya iban ganando por dos tantos en el minuto veinte. Sin contemplaciones. Sin esperas.
Quizá Diego Costa no sea tan guapo como Cristiano ni tan gentleman como Messi, pero dispara el mismo veneno. Con Villa sentando en el banquillo, el ariete brasileño tomaba la responsabilidad goleadora y no falló ante Andres Fernández. Primero con el pie, después con la cabeza, la bestia del Atlético remató a las mallas los centros de Juanfran y Koke. El debate sobre su posible convocatoria con España sigue latente.
Si Diego Costa tiene la pólvora, Koke tiene la magia. El canterano encabeza la lista de asistentes de la Liga, con cinco pases de gol. Y no es casualidad. Tras tres temporadas en el primer equipo se ha convertido en un futbolista maduro, un intocable. Koke crea, dirige el equipo, abre espacios, ve una rendija donde los demás ven tapones, en resumen, juega al fútbol, algo que a día de hoy es un valor que asegura el éxito. Villa, otra vez desaparecido
Mientras el Atlético trataba de cerrar el partido, Osasuna aprovechaba las pocas oportunidades que tenía a balón parado. Y así encontró su premio, tras un remate de escuela de Oriol Romeu que dejó en evidencia a toda la zaga colchonera. Fue la úniva vez que Osasuna disparó a portería en noventa minutos. Poco más ofrecieron los rojillos, disfrazados de un verde manzana que hacía daño a la vista.
Con el marcador ajustado, Villa saltó a la palestra. El asturiano tenía esta vez la misión de matar el partido, pero volvió a ofrecer su peor versión. Complicado arranque el que está teniendo el siete de España en el Atlético, siempre a la sombra de Diego Costa, a día de hoy ídolo indiscutible en el Calderón.
Lo intentó Osasuna con más corazón que cabeza en la recta final, pero al rocoso Atlético de Simeone cuesta un mundo hacerle gol. El buen hacer defensivo de Miranda y Tiago, que está viviendo una segunda juventud, frenaron las embestidas rojillas. La próxima parada del Atleti es en el Santiago Bernabeu, un estadio al que ya se acude sin miedos ni fantasmas. Un escenario en el que este Atleti salió campeón.
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