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El oscurantismo sigue siendo demasiado moderno

Hacia la caverna

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Si en tiempos platónicos atendíamos a los reflejos llegados desde fuera en busca de horizontes, detectamos en la actualidad excesivas orientaciones tendentes a la reclusión, como una renuncia explícita a la busqueda de mejores horizontes, en una vuelta a los funcionamientos en la mayor oscuridad. Las circunstancias son una autentica apisonadora en multitud de ocasiones. Las deficiencias personales afectan a cada sujeto de manera distinta. Pero, las actitudes decididas en busca de la salida son escasas. De donde, la duda con respecto a la direccion de la AMBICION resolutiva se amplia, porque dicha ambicion queda bastante disimulada en las actitudes sociales observadas.


¿Ustedes tienen la sensacion de estar bien informados?¿Es suficiente con asomarse al fragor comunitario para conseguirlo? Hay demasiadas maneras de escamotearnos los conocimientos oportunos para los funcionamientos pertinentes. La ligereza de los supuestos informadores, la dispersión de conceptos, los ocultamientos o las cuñas de datos falseados; son contrarios a la buena adquisición de las informaciones. Proliferan las DISTORSIONES en estas áreas de aprendizajes- La gravedad de sus efectos perjudiciales nos conduce a la permanente oscuridad cavernícola; degradante para las grandes mayorías de sujetos implicados y nociva para el auténtico progreso social. Pese a todo, somos contumaces en esos comportamientos.


Vivimos en tiempos en los que de manera grandilocuente se cacarea sobre la libertad de EXPRESIÓN. Pero, sin dejarnos embaucar, pronto comprobaremos las notables oquedades de esa palabrería; hasta llegar al encubrimiento de las tendencias manipuladoras o contrarias a esa libertad. Empezando por la escasa o nula tendencia a la escucha de opiniones ajenas; pero también, ocupando con frivolidades sin sentido los foros disponibles, cerrando si fuera preciso el acceso a los mismos. En suma, ahogando las posibilidades. El predominio de estas actitudes resulta gavoso hasta extremos perniciosos, para una sociedad privada así de los planteamientos dialécticos básicos para el enriquecimiento conceptual


En esa línea de las comunicaciones entre la gente, la versión positiva de las múltiples aportaciones, se resquebraja por excesivas deformaciones en su funcionamiento. Una de las más distorsionadora radica en la falta de espontaneidad. Cuando comprobamos en el hablante la PERTENENCIA a entidades a las que somete sus criterios. Es una conducta delatora de movimientos sospechosos. La reiteración de su servidumbre anula los matices esenciales de la franqueza. Engullidos por ciertos sistemas nunca saldremos de la cámara oscura, ni tan siquiera a la antesala. Cuesta creer ese conformismo nefasto plagado de renuncias injustificadas. Las quejas posteriores no revierten el proceso oscurantista.

Siguiendo con las supuesra libertades, engañosas con frecuencia, fraudulentas en ocasiones; asumimos con actitudes placenteras la invasión de los ANONIMATOS a la hora de comunicarnos. Envanecidos`por los accesos multitudinarios, aunque sin la necesidad de conocer los nombres propios, asistimos a las gozadas de los grandes números, amigos, seguidores, visitas (Facebook, Twiter), pero muy alejados de las presencias concretas personales, en una clara evasión de responsabilidades. En esa confusión introducen sus tentáculos quienes pretenden el dominio del cotarro a costa de quien sea; provocan sufrimientos de orígen desconocido, bien apreciable en los populismos..


También el miedo al ejercicio de la libertad propia, como apuntara Erich From, entra en los movimientos oscurantistas. Lo comprobamos por los numerosos empeños para dotarnos de formatos de conducta tendentes a mantener enclaustradas a las personas, aunque estén al aire libre, pero alejadas de las gestiones decisorias. Ahora, cualquier empresa, institición o asociación, intenta no contaminarse con las ideas o necesidades de la plebe; para ello adoptan los DÍGITOS IMPERTINENTES como método para que el ciudadano mo pase de esas teclas. Usted teclee, mientras la claridad de los razonamientos circula por otros derroteros para utilizarle según convenga a los encumbrados. El trato personalizado en vivo desaparece en aras de la placidez de los iluminados por el poder.


Las personas hemos de lidiar con los retos ambientales acechantes, entre los cuales resultan especialmente lamentables las tergiversaciones de sentido organizadas por el mismo funcionamiento de la sociedad. Son numerosos los CAMUFLAJES democráticos, encubridores de los engaños manifiestos promovidos bajo esa etiqueta. El priner camuflaje es informativo, no destaca la transparencia; con la consiguiente devaluación del sistema. La proliferación de entidades instituidas desde el poder (Patronatos, fundaciones, empresas), situadas fuera del control ciudadano; en general con el cuidadoso ocultamiento de la filiación del sus gestores emparentados con el poder y adheridos a sus beneficios.


Aunque no sirve de mucho echar siempre las responsabilidades hacia fuera. Si por pereza, comodidad o quién sabe qué grado de estupidez acogemos, aplaudimos con frecuencia o encumbramos a los voceros circundantes de escasos argumentos razonados; promovemos el prestigio de lod auténticos ORÁCULOS modernos ocupantes de los mejores escenarios propagandísticos. Como también suele ser habitual no pasan de ser meras marionetas agitadas por el titiritero mayor en activo desde las sombras. Este juego de distracción discurre con todo descaro, por eso sorprende la escasa reacción en contra, esa pasividad tolerante e incomprensible, de quienes son víctimas de semejantes maniobras subrepticias.


Antes, muy apegados a la ignorancia salvaje de los primeros tiempos, después aumentamos las provisiones con infinidad de conocimientos; aunque con todo, permanecemos constreñidos en el reducto cerrado de la existencia mundana. Y el tiempo del que disponemos vuela, es muy corto. Sin embargo, aparecen DESTELLOS ilusionantes que nos ayudan a vivir mejor, avances prodigiosos; nos permiten concebir esperanzas dentro de los trazados inciertos. Comprobamos pronto la inexistencia de caminos libres de la incertidumbre. La disyuntiva nos sobreviene de manera radical. La persistencia en la ceguera o la tendencia a los descubrimientos personales; lo que va de la inutilidad a la experiencia vital propia e intransferible.


No podía ser de otra manera, las actitudes asumidas vienen bien repartidas. El PLACER cavernícola, deslustrado, muy alejado de responsabilidades u otras zarandajas complejas. Los SUFRIDORES frustrados por haber encontrado dificultades para abrir sus pétalos mentales e incluso físicos, por el gradiente opresor envolvente. Contamos también con los BUSCADORES de trazados ilusionantes dentro de la realidad disponible, que no siempre son valorados de manera ecuánime, a pesar de su notable influencia en el devenir de la vida comunitaria. Los ENREDADORES constituyen el grupo numeroso habitual. Desde los principios intrigantes, sin tener a mano un final de mayor claridad, descubrimos que la caverna ofrece perspectivas diferentes.

Hacia la caverna

El oscurantismo sigue siendo demasiado moderno
Rafael Pérez Ortolá
viernes, 16 de noviembre de 2018, 07:14 h (CET)

Si en tiempos platónicos atendíamos a los reflejos llegados desde fuera en busca de horizontes, detectamos en la actualidad excesivas orientaciones tendentes a la reclusión, como una renuncia explícita a la busqueda de mejores horizontes, en una vuelta a los funcionamientos en la mayor oscuridad. Las circunstancias son una autentica apisonadora en multitud de ocasiones. Las deficiencias personales afectan a cada sujeto de manera distinta. Pero, las actitudes decididas en busca de la salida son escasas. De donde, la duda con respecto a la direccion de la AMBICION resolutiva se amplia, porque dicha ambicion queda bastante disimulada en las actitudes sociales observadas.


¿Ustedes tienen la sensacion de estar bien informados?¿Es suficiente con asomarse al fragor comunitario para conseguirlo? Hay demasiadas maneras de escamotearnos los conocimientos oportunos para los funcionamientos pertinentes. La ligereza de los supuestos informadores, la dispersión de conceptos, los ocultamientos o las cuñas de datos falseados; son contrarios a la buena adquisición de las informaciones. Proliferan las DISTORSIONES en estas áreas de aprendizajes- La gravedad de sus efectos perjudiciales nos conduce a la permanente oscuridad cavernícola; degradante para las grandes mayorías de sujetos implicados y nociva para el auténtico progreso social. Pese a todo, somos contumaces en esos comportamientos.


Vivimos en tiempos en los que de manera grandilocuente se cacarea sobre la libertad de EXPRESIÓN. Pero, sin dejarnos embaucar, pronto comprobaremos las notables oquedades de esa palabrería; hasta llegar al encubrimiento de las tendencias manipuladoras o contrarias a esa libertad. Empezando por la escasa o nula tendencia a la escucha de opiniones ajenas; pero también, ocupando con frivolidades sin sentido los foros disponibles, cerrando si fuera preciso el acceso a los mismos. En suma, ahogando las posibilidades. El predominio de estas actitudes resulta gavoso hasta extremos perniciosos, para una sociedad privada así de los planteamientos dialécticos básicos para el enriquecimiento conceptual


En esa línea de las comunicaciones entre la gente, la versión positiva de las múltiples aportaciones, se resquebraja por excesivas deformaciones en su funcionamiento. Una de las más distorsionadora radica en la falta de espontaneidad. Cuando comprobamos en el hablante la PERTENENCIA a entidades a las que somete sus criterios. Es una conducta delatora de movimientos sospechosos. La reiteración de su servidumbre anula los matices esenciales de la franqueza. Engullidos por ciertos sistemas nunca saldremos de la cámara oscura, ni tan siquiera a la antesala. Cuesta creer ese conformismo nefasto plagado de renuncias injustificadas. Las quejas posteriores no revierten el proceso oscurantista.

Siguiendo con las supuesra libertades, engañosas con frecuencia, fraudulentas en ocasiones; asumimos con actitudes placenteras la invasión de los ANONIMATOS a la hora de comunicarnos. Envanecidos`por los accesos multitudinarios, aunque sin la necesidad de conocer los nombres propios, asistimos a las gozadas de los grandes números, amigos, seguidores, visitas (Facebook, Twiter), pero muy alejados de las presencias concretas personales, en una clara evasión de responsabilidades. En esa confusión introducen sus tentáculos quienes pretenden el dominio del cotarro a costa de quien sea; provocan sufrimientos de orígen desconocido, bien apreciable en los populismos..


También el miedo al ejercicio de la libertad propia, como apuntara Erich From, entra en los movimientos oscurantistas. Lo comprobamos por los numerosos empeños para dotarnos de formatos de conducta tendentes a mantener enclaustradas a las personas, aunque estén al aire libre, pero alejadas de las gestiones decisorias. Ahora, cualquier empresa, institición o asociación, intenta no contaminarse con las ideas o necesidades de la plebe; para ello adoptan los DÍGITOS IMPERTINENTES como método para que el ciudadano mo pase de esas teclas. Usted teclee, mientras la claridad de los razonamientos circula por otros derroteros para utilizarle según convenga a los encumbrados. El trato personalizado en vivo desaparece en aras de la placidez de los iluminados por el poder.


Las personas hemos de lidiar con los retos ambientales acechantes, entre los cuales resultan especialmente lamentables las tergiversaciones de sentido organizadas por el mismo funcionamiento de la sociedad. Son numerosos los CAMUFLAJES democráticos, encubridores de los engaños manifiestos promovidos bajo esa etiqueta. El priner camuflaje es informativo, no destaca la transparencia; con la consiguiente devaluación del sistema. La proliferación de entidades instituidas desde el poder (Patronatos, fundaciones, empresas), situadas fuera del control ciudadano; en general con el cuidadoso ocultamiento de la filiación del sus gestores emparentados con el poder y adheridos a sus beneficios.


Aunque no sirve de mucho echar siempre las responsabilidades hacia fuera. Si por pereza, comodidad o quién sabe qué grado de estupidez acogemos, aplaudimos con frecuencia o encumbramos a los voceros circundantes de escasos argumentos razonados; promovemos el prestigio de lod auténticos ORÁCULOS modernos ocupantes de los mejores escenarios propagandísticos. Como también suele ser habitual no pasan de ser meras marionetas agitadas por el titiritero mayor en activo desde las sombras. Este juego de distracción discurre con todo descaro, por eso sorprende la escasa reacción en contra, esa pasividad tolerante e incomprensible, de quienes son víctimas de semejantes maniobras subrepticias.


Antes, muy apegados a la ignorancia salvaje de los primeros tiempos, después aumentamos las provisiones con infinidad de conocimientos; aunque con todo, permanecemos constreñidos en el reducto cerrado de la existencia mundana. Y el tiempo del que disponemos vuela, es muy corto. Sin embargo, aparecen DESTELLOS ilusionantes que nos ayudan a vivir mejor, avances prodigiosos; nos permiten concebir esperanzas dentro de los trazados inciertos. Comprobamos pronto la inexistencia de caminos libres de la incertidumbre. La disyuntiva nos sobreviene de manera radical. La persistencia en la ceguera o la tendencia a los descubrimientos personales; lo que va de la inutilidad a la experiencia vital propia e intransferible.


No podía ser de otra manera, las actitudes asumidas vienen bien repartidas. El PLACER cavernícola, deslustrado, muy alejado de responsabilidades u otras zarandajas complejas. Los SUFRIDORES frustrados por haber encontrado dificultades para abrir sus pétalos mentales e incluso físicos, por el gradiente opresor envolvente. Contamos también con los BUSCADORES de trazados ilusionantes dentro de la realidad disponible, que no siempre son valorados de manera ecuánime, a pesar de su notable influencia en el devenir de la vida comunitaria. Los ENREDADORES constituyen el grupo numeroso habitual. Desde los principios intrigantes, sin tener a mano un final de mayor claridad, descubrimos que la caverna ofrece perspectivas diferentes.

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