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La sociedad nos enseña a vivir acorde a la gran mayoría, nos introducen valores que debemos manifestar en la edad adulta y nos inculcan la búsqueda de un amor ideal basado en el cuidado y la comprensión. Nos dicen que tenemos que estar acompañados y que la soledad y el individualismo no es bueno.
Las discusiones en una relación no siempre surgen por desacuerdos superficiales. Con frecuencia, están arraigadas en emociones más profundas como el miedo, la ansiedad o experiencias pasadas no resueltas. Comprender el origen de estos conflictos es el primer paso para abordarlos de forma constructiva y fortalecer el vínculo emocional.
El método ‘kintsugi’, una antigua técnica japonesa de reparación de cerámica, se ha convertido en una metáfora poderosa para las relaciones de pareja. El ‘kintsugi’ consiste en reparar objetos rotos con resina y polvo de oro, resaltando las grietas en lugar de ocultarlas. Esta práctica simboliza la idea de que las imperfecciones y las reparaciones forman parte de la historia de un objeto, haciéndolo más valioso.
La intimidad es la base sobre la que se construye la conexión emocional y física. Sin embargo, el ajetreo cotidiano, la falta de tiempo, el cansancio y el uso del móvil o redes sociales marcan el distanciamiento emocional de las parejas españolas. Según un estudio, 9 de cada 10 parejas reconocen tener obstáculos en su intimidad, tan solo el 57% habla en la cama sobre las rutinas del día a día y la mitad confiesa que lo último que mira cada noche es el móvil.
El amor no surge de la nada, ni es producto de la casualidad... es la maravillosa realidad creada por la unión de dos seres que quieren convivir con amor y generar amor. El ser humano busca el amor, necesita ser amado, querido y correspondido desde el minuto cero de su existencia; desde el primer momento que llegamos al mundo, sentimos la necesidad de salir de nosotros mismos.
Si bien es cierto que en los últimos años las bodas han experimentado una cierta desestacionalización, los datos muestran que las parejas siguen teniendo algunas preferencias a la hora de elegir su día especial. Y es que, aunque se celebran enlaces a lo largo de todas las estaciones, el verano es sin duda la favorita, pero septiembre se corona como el rey absoluto reuniendo el 18% de los enlaces de todo el año.
Para conocer a alguien hace falta tiempo, momentos de calidad y compartir también determinados valores, ya que las parejas se forman porque dos personas en un instante determinado se sienten atraídas y piensan que es posible que puedan ser compatibles en el tiempo.
En la pareja debe fluir la comunicación más directa y eficaz a través de las normas que ponga en marcha cada miembro de una relación. Desde la sinceridad a los hábitos más saludables del diálogo, las palabras y los mensajes, es posible conseguir que las uniones personales puedan a llegar a consolidarse y dejen de ser sentimientos pasajeros.
Con hondos, cálidos y dulces sentimientos, auxiliado del arte magistral de Rubén, ante el gozo de la carne que después, se tornara en polvo y ceniza, este día especial deseo, que mi canto al amor, nos cubra, nos inunde y nos hechice, abriéndonos las puertas del palacio, para en amplia pista, danzar y bailar muy bien con vos, juntitos rozándonos dar brillo a la hebilla, amor de mi vida.
Con la llegada de San Valentín, la presión social por encontrar el amor "perfecto" se intensifica, especialmente en un mundo donde las redes sociales imponen estándares irreales de felicidad y romanticismo. Esta presión puede desencadenar en problemas de salud mental como ansiedad, depresión o trastornos de la conducta alimentaria. Según afirman los especialistas "el mito del amor romántico nos ha hecho creer que estar soltero es sinónimo de soledad".
Hay un día al año en el que los enamorados visten de gala al universo y las estrellas se convierten en cómplices de un ritual secreto: la fiesta del amor, en la que San Valentín es el alquimista de la orgía de la seducción. La fiesta del amor es el puente necesario que permite a los enamorados cruzar de la orilla de la rutina a la de la ternura y la sorpresa.
Hoy en día vemos a muchas mujeres viviendo con sobras de la cosecha, siendo sometidas a situaciones desagradables, humillantes e infieles. ¿Quieren separarse de esta gente? Algunos ni siquiera en broma, porque muchos se escudan en las más diversas excusas.
Cada vez son más las parejas españolas que celebran San Valentín regalándose algo en ese día especial. Con el tiempo, las flores, los perfumes o las corbatas han dado paso a presentes más originales y sorprendentes como escapadas, ocio o experiencias, que una vez más serán los regalos estrella de este año. Según una encuesta, cada español con pareja gastará una media de 95 euros en regalos y la mayoría comprará solo un regalo y lo harán online.
Cuando estamos conociendo a alguien y nuestro entorno lo sabe o, al menos, tiene constancia de ello, es bastante habitual que quieran verle y de ese modo, valorar si nos conviene o no. Los inicios son preciosos y nos gustaría gritar a los cuatro vientos la existencia de un hombre o una mujer en nuestras vidas, pero aquellos que cuentan con más experiencia en el asunto, suelen ser más precavidos y esperar.
En la actualidad, las relaciones personales y sentimentales están en constante evolución. Ahora, surge en España un modelo de relación que desafía las normas tradicionales: el LAT, o "Living Apart Together" (estar juntos pero separados). Este enfoque, donde parejas comprometidas eligen mantener hogares separados, refleja una transformación cultural en la percepción de la vida en pareja y la independencia personal.
En cualquier relación de pareja, la intimidad es la base sobre la que se construye la conexión emocional y física. Es algo que va mucho más allá del sexo: son los cuidados y pequeños gestos del día a día. El distanciamiento emocional en el dormitorio puede ser el preludio de una desconexión física y, en última instancia, de un deterioro de la relación.
Debido a la situación actual, es bastante habitual que tras varios años de convivencia o de matrimonio, las parejas se separen, lo cual supone un proceso costoso tanto a nivel económico como emocional. Es duro y complicado decir adiós a alguien a quien has querido y con quien has compartido tantos momentos importantes, pero lo es aún más cuando tienes algo en común de lo que jamás podrás desprenderte: los hijos.
Todos a lo largo de nuestra vida conoceremos a diversas personas que tendrán un significado especial en nuestro corazón por aquello que nos aportaron, y a otras, por el contrario, las recordaremos de forma negativa por las experiencias que en su día vivimos. Y no podemos catalogar que unas fueran mejores y otras peores.
Desde hace unos meses, diversos estudios de instituciones, como Psychology Today, y centros de investigación, como la Universidad Estatal de San José en California, alertan sobre el uso de redes de sociales e infidelidad. Cuanto mayor es la interacción en redes sociales, se observan mayores índices de infidelidad.
La sociedad, como hoy en día la conocemos, ha cambiado mucho con respecto a generaciones anteriores. Nada tienen que ver los inicios de una aventura amorosa que con el tiempo puede llegar a afianzarse con lo que ahora estamos viviendo. Y claro está, en todo este proceso mucho tiene que ver la tecnología y su manera de influir y modelar nuestra vida. Antes, todo era más cercano o más auténtico, mientras que ahora todo se ha convertido en rápido, entretenido y sustituible.
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