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Además de al prometido Juicio Final, inevitable, en la Edad Moderna los cristianos fueron encausados y castigados por los tribunales eclesiásticos, con acusaciones por supuestas creencias heréticas o transgresiones morales.
A estas alturas, lo mismo que los grandes generales se prueban en el campo de batalla, y no en el de los trienios, el gobierno da ya muestras patentes de una incompetencia que ni siquiera los que no les votamos imaginábamos.
Parto de la idea de clandestinidad, abierta como apreciaremos a las acepciones y variantes ilimitadas.ClandestinidadesHay clandestinidad…Bien y mal fundamentada....Intolerante y posesiva....Impresentable y agresiva.…Necia y de negros presagios.…Mágica y brillante.Hay clandestinidad…En la calle y en las alcobas.…En los biombos y en las alfombras.…En los escritos y en las pantallas.…En las palabras y en las miradas.…En los discursos y las proclamasUna vez más…El discernimiento……Es una cualidad necesaria.En esto de la transparencia y lo clandestino, en sus ventajas o secuelas perjudiciales; es decisiva la actitud de los actuantes en cada tiempo y lugar.
Marina habla desde el fondo de sus nueve años. Su voz es tan sensible como descarnada, tan decidida como acobardada, tan ingenua como irónica. Marina sabe lo que pasa y lo que le pasa. Marina sabe que su madre está muy enferma, sabe que le ocultan cosas.
Cuando Joseph von Spaun, uno de los íntimos amigos de Schubert, le preguntó si le ocurría algo, el músico respondió: “Pronto lo oiréis y lo comprenderéis…”. Una rica historia del romanticismo alemán.
Sabrina es una obra que desasosiega y distancia al lector, como si quiera atarlo a las páginas y a un tiempo librarse de él. Su estilo seco y minimalista recuerda a la prosa de Carver, a esas frases desdeñosas con el lector, al que parece decirle “esto es lo que hay; a mí no mires”.
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