Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Firmas y Blogs
Nieves Fernández
Cesta de Dulcinea
Nieves Fernández
Tras el buen trabajo de Arcadio, el cargo queda vacante, tres personas se me ocurren al menos que podrían ocuparlo con todo merecimiento

En este septiembre, aún huraño, del ejercicio y curso que comienza, nos animamos a programar y a asistir a actividades culturales. Se celebran actos como el del pasado fin de semana en Almagro. Cierto que hubieran sido preferibles más homenajes en vida del protagonista, no a título póstumo, pero ahí está la promesa del gobernante de hacerlo “hijo predilecto”.

Cada cual las entiende a su manera. Con sus duelos, sus locuras y botellones. Unos se pasan de rosca. Otros las critican

Los gobernantes y organizadores de festejos populares han perdido la oportunidad de inventar nuevos festejos en sus ciudades: más cerca de la gente, más generosas, menos participativas quizá, pero más personales y particulares, menos festivas, pero con buenas ofertas en lo gastronómico, en lo artístico, en lo solidario, en la religiosidad, en el protagonismo del pueblo… Y no pensando en el ahorro de tiempo, esfuerzo, trabajo y presupuesto.

La ola juvenil, la mala ola, llega a ser quinta ola de la pandemia

Ahora, la juventud en el mundo se sigue divirtiendo a su manera, los jóvenes siguen siendo transgresores en exceso. Se les acusa de ser causantes del botellón, del contagio en pandemia por no estar vacunados, se asocia su diversión y ansias de ocio y una mal entendida libertad, con el sufrimiento de otras personas que enferman o no descansan.

Sí es cierto que la pandemia cambió nuestra forma de maquillarnos, incluso nos llevó a la dejadez en el cuidado de uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo

Sí es cierto que la pandemia cambió nuestra forma de maquillarnos, incluso nos llevó a la dejadez en el cuidado de uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo. Era divertido el contacto en el tiempo de no prohibiciones sociales, momento en el que los besos eran exagerados pero libres de dejar en la mejilla de cualquiera, sin problemas de contagio, sin codo aborrecible y usurpador de saludos superficiales.

Una plaza de funcionario, que no una plaza mayor de cualquier ciudad tal vez sofisticada, traigo hoy aquí, a que sea leída y comentada, entre otras viviendas psicodélicas. Me refiero a una plaza que, entre cientos de ellas, había que elegir en el resultado final de un concurso-oposición del Estado, de tal forma que hubo una renuncia y la plaza que quedó libre, entre cientos, sin que nadie la quisiera, incomprensiblemente, fue precisamente una plaza en Baleares. Pero son muchas las renuncias ya.

Puede que sean las coordenadas del norte y del sur. ¿Por qué el sur de cada pueblo, ciudad, país o territorio siempre es más pobre, más humilde, más olvidado? ¿Por qué el norte de cada ciudad, país o territorio es más fértil, más cuidado, más distinguido y lujoso?

Tras el estado de alarma, en el que nos hemos alarmado por lo que nos decían y nos asustaba en este año también maldito de 2021, utilizando la prevención y los sustos, por aquello de que es gratis el miedo, parece que toca cambiar algo la sensibilidad, sea por la primavera, porque luce el sol de vez en cuando, porque necesitamos vivir con urgencia si queremos avanzar en el ciclo vital, o porque estamos cansados del aguante y encierro.

Ya deben, debéis haber visto los drones voladores, pero no los que llevan paquetes a cualquier localidad, por escarpada que esta sea, o difícil terreno que tenga, o que exija o aconseje un dron accesible, generoso y servicial; no, me refiero a los drones donde algunos jóvenes se enganchan los pies cual esquíes del cielo.

La mascarilla nos oculta gran parte del rostro, más del que deseamos ver, o dejar ver. Si añadimos unas gafas de sol, propias del tiempo primaveral que medio disfrutamos, una gorra que llegue hasta las cejas, un vestuario poco común, somos desconocidos a todas luces, nunca mejor dicho, en periodo de toque de queda, lo de las luces.

Se acerca la primavera, los campos se transforman para darnos lo mejor. Los poetas y escritores hablan de la primavera sin importar que ella se asocia con el amor, con la naturaleza, tal vez con lo cursi, si a cursi suenan algunos versos. Muchos han sido y serán los que se atrevan a escribir sobre la primavera, no en vano se celebra con ella un Día Internacional de los Bosques, y de la Poesía, es el comienzo de la estación florida y reflexiva.

Comenzaron a vacunar a maestros y profesores como parte esencial de los esenciales. Son los que apenas se quejan, los que aún no han salido a las carreteras con sus coches a pulsar cláxones en manifestaciones, los que se inventaron el malísimo método de la no “presencialidad”, con tal de dividir al alumnado y evitar que el aula burbuja fuera tan grande que hiciera imposible el acto educativo y curso académico.

Poca dialéctica, entendida como debate y argumento había, y mal que lo pasaban muchos. Poco diálogo y razón y poco principio que no fuera el ordeno y mando. Pero después, el arte de discutir, si lo hubo, se apagó. En los últimos años, se ha pasado de intentar discutir en asambleas, daba gusto ver y oír a muchos jóvenes debatiendo sus problemas, respetando la afrenta de una posible oposición con sus razones de quienes no pensaban como ellos, aunque tuvieran su misma edad.

© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto
 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris