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Carmen Tomás
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Nada que celebrar

MADRID, 5 (OTR/PRESS) En pleno mes de julio, cuando la temporada turística suele disparar la contratación, los datos de empleo ofrecidos por el Gobierno distan mucho de ser alentadores.

Apenas 1.357 personas salieron del paro, una cifra tan discreta que invita más a la preocupación que al optimismo. Sin embargo, desde el Ejecutivo se insiste en el mensaje triunfalista, ajeno a una realidad mucho más compleja. Una de las principales sombras que planean sobre estas cifras es la de los fijos discontinuos inactivos, que ya rondan las 800.000 personas. Se trata de trabajadores que no están activos, pero que tampoco figuran oficialmente como desempleados. A ellos se suman más de 13.000 empleados aún en ERTE, que tampoco se reflejan como parados, aunque no trabajen. Un maquillaje estadístico que distorsiona la verdadera situación del mercado laboral.

Además, la creación de empleo se está ralentizando. Julio ha sido uno de los peores meses en lo que va de año en este aspecto. El dinamismo que se esperaba para estas fechas ha dado paso a una clara desaceleración, reflejo de una economía que empieza a mostrar signos de fatiga. Otro dato preocupante es la calidad del empleo generado. Solo el 38,5% de los contratos indefinidos firmados son a jornada completa. El resto son a tiempo parcial, lo que limita considerablemente la estabilidad y los ingresos de los trabajadores. La precariedad sigue siendo la norma, no la excepción.

Por si fuera poco, los informes oficiales advierten que el número de afiliados a la Seguridad Social -casi 22 millones según el Gobierno- no se corresponde necesariamente con el de trabajadores reales. Una misma persona puede figurar varias veces si tiene más de un empleo o contrato simultáneo o sucesivo. Es decir, se firman más contratos, pero el paro apenas baja, lo que evidencia que muchos empleos son breves, mal remunerados o duplicados. Todo ello en un contexto en el que España sigue liderando las tasas de paro de la Unión Europea, tanto en términos generales como en desempleo juvenil y femenino. Con estos datos sobre la mesa, es difícil compartir el optimismo gubernamental. Más bien, parece que hay poco que celebrar y mucho por corregir.

Los españoles deberán esperar hasta el 18 de agosto para empezar a trabajar, simbólicamente, para sí mismos. Así lo recoge el informe anual de la Fundación Civismo, que fija esa fecha como el Día de la Liberación Fiscal en 2025. Serán 228 días de trabajo, casi dos meses más desde la llegada de Pedro Sánchez al gobierno, dedicados íntegramente a cumplir con las obligaciones fiscales impuestas por las diferentes Administraciones Públicas. Esta "efeméride" económica pretende ilustrar de forma entendible la presión fiscal que soportan los ciudadanos. Según Civismo, más del 54% de las rentas medias de los hogares españoles se destina al pago de impuestos, tasas y cotizaciones a la Seguridad Social, una cifra que sigue en aumento y que, en la práctica, significa que más de la mitad del año se trabaja para el Estado.

3 de agosto de 2025.

Tras meses de amenazas, prórrogas y una negociación marcada por el chantaje, Donald Trump ha conseguido su propósito: imponer a la Unión Europea un acuerdo arancelario claramente favorable a los intereses de Estados Unidos. Europa, y en particular países como España, encajan un golpe duro con la aplicación de un arancel del 15% sobre productos clave, sin que Bruselas haya adoptado una sola medida de represalia. El viejo continente, en un giro que muchos consideran humillante, acepta lo que a todas luces es un "trágala" en toda regla.

30 de julio de 2025.

La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre del año ha sido recibida con entusiasmo por el Gobierno. Sin embargo, las cifras oficiales no reflejan la realidad del mercado laboral español desde que se aprobó la reforma laboral. El principal punto de controversia está en la contabilización de los trabajadores con contratos fijos discontinuos. Tras la reforma, el Ministerio de Trabajo decidió que estas personas, cuando se encuentran en periodos de inactividad, no figuren como paradas pese a estar cobrando prestaciones por desempleo. Este criterio, que no se ajusta a los estándares europeos, ha sido señalado por Eurostat, lo que impide la homologación de los datos con otros países de la Unión Europea.

27 de julio de 2025.

Desde el año 2000, la industria ha perdido protagonismo en la economía española. Su peso en el PIB ha descendido de manera constante, y con ello también su capacidad para generar empleo: el sector ha destruido cerca del 20% de los puestos de trabajo que ocupaba hace dos décadas. Esta desindustrialización ha continuado a pesar de que todos los gobiernos, sin excepción, han proclamado su intención de cambiar el modelo productivo del país, excesivamente centrado en los servicios y en el sector primario.

23 de julio de 2025.

El sector eléctrico español atraviesa uno de sus momentos más críticos en años. Tras los sobresaltos del último trimestre de 2024, el apagón general del pasado 28 de febrero y dos recientes incidentes -el último, el jueves pasado-, queda claro que el sistema eléctrico no solo no es todo lo seguro y eficiente que debería, sino que tampoco se están acometiendo las reformas necesarias para garantizar su fiabilidad. La madrugada del pasado jueves, Red Eléctrica operó durante cuatro horas en estado de emergencia tras la caída simultánea de dos centros de control clave: el eléctrico y el de gestión de la red. El suceso, grave y sin precedentes recientes, ha encendido todas las alarmas. No es un hecho aislado: desde el apagón de febrero -y en realidad, desde antes- se vienen produciendo fallos frecuentes que, en muchos casos, ni siquiera han sido oficialmente reconocidos por el Gobierno.

20 de julio de 2025.

El acuerdo entre el Gobierno y los partidos independentistas catalanes ha reabierto una profunda brecha política e institucional en España. Pedro Sánchez, presidente del Ejecutivo, paga así la primera letra del apoyo prestado por ERC y Junts para que Salvador Illa presida la Generalitat de Cataluña, y la segunda por el silencio cómplice de esos mismos partidos ante los escándalos de corrupción que acechan al PSOE y su entorno más cercano.

16 de julio de 2025.
 
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