MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) pidió a las instituciones sanitarias que conciencien a la población sobre que la obesidad es una enfermedad y "no una cuestión de estética", ya que puede venir acompañada de diabetes tipo 2, hipertensión o insuficiencia cardiaca.
La SEEN insistió en la importancia de vigilar especialmente la salud ante las altas temperaturas del periodo estival, aunque no se padezca ninguna enfermedad. En el caso de la obesidad, la coordinadora del Área de Obesidad de la sociedad científica, la doctora Irene Bretón, manifestó que esta patología, por sí misma, no condiciona un mayor riesgo de deshidratación u otras complicaciones.
Sin embargo, remarcó, "es necesario tener un especial cuidado cuando la obesidad condiciona o favorece otras enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión o la insuficiencia cardiaca. Estas enfermedades, por sí mismas o por los tratamientos que precisan, requieren una mayor atención durante las épocas de más calor, ya que pueden aumentar el riesgo de deshidratación y otras complicaciones".
Además, las personas con obesidad grave pueden presentar alteraciones en la piel como consecuencia del exceso de sudoración. Por otra parte, la experta subrayó también que es esencial el papel de las instituciones para sensibilizar a la sociedad, sobre todo en verano, en relación a que tener un peso adecuado no es una cuestión de estética sino de salud.
Por ello, la endocrinóloga advirtió de que algunas actitudes contribuyen a trivializar esta enfermedad, especialmente en esta época, ya que "algunas personas pretenden perder peso con la única finalidad de tener la figura corporal que desean, sin que exista una necesidad real, y utilizando en ocasiones métodos de eficacia no comprobada o que pueden ser peligrosos para la salud".
EXCESO DE GRASA
Además, remarcó, "la obesidad, entendida como un exceso de grasa corporal es perjudicial para la salud. Este es, sin duda, un hecho constatado. En un problema global, con una prevalencia creciente, que afecta a todos los países y exige una estrategia coordinada, con medidas preventivas y de abordaje clínico. No es un problema estético".
En este sentido, los endocrinólogos enfatizaron que es vital considerar el problema de la obesidad desde una perspectiva integral, implementado medidas preventivas y de abordaje clínico, evitando estigmatizar a las personas que padecen esta enfermedad.
Para ello, señaló la doctora Bretón, "se requieren recursos y medidas concretas, pero sobre todo se necesita coordinación". Asimismo, la SEEN abogó por proporcionar un mayor conocimiento sobre la enfermedad, las causas que la favorecen, las complicaciones y las dificultades que afrontan las personas.
En cuanto a los posibles efectos secundarios de los nuevos medicamentos para el tratamiento de la obesidad, que ayudan a regular la sensación de hambre y saciedad y ejercen efectos beneficiosos a muchos niveles, los más frecuentes son problemas digestivos como náuseas o vómitos, especialmente las primeras semanas del tratamiento.
DESHIDRATACIÓN
"Estos síntomas pueden favorecer la deshidratación si no se aportan los fluidos necesarios, especialmente si la temperatura es elevada. Por otro lado, algunos estudios han descrito un descenso de la ingesta de agua en las personas que reciben estos fármacos", explicó la experta.
En relación al mantenimiento de estos tratamientos en el periodo estival, los fármacos para el tratamiento de la obesidad, al ser inyectables, requieren unas condiciones de conservación especiales, que aparecen reflejadas en los prospectos, para asegurar su eficacia y seguridad. Además, las personas que los tienen prescritos pueden consultar a su equipo clínico o al farmacéutico.
En general, indicó la doctora Bretón, "se recomienda que se conserven los dispositivos a una temperatura inferior a 30º o bien en la nevera (de 2 a 8 º C), protegidos de la luz".
Asimismo, en fundamental prestar especial atención a la alimentación en verano, por lo que la SEEN recomiendó consumir más alimentos frescos, frutas y verduras, legumbres, por ejemplo, en ensaladas, carnes y pescados a la plancha y evitar los alimentos ultraprocesados. Por otra parte, es esencial ingerir suficiente cantidad de líquidos y eludir refrescos y bebidas alcohólicas. En cuanto al ejercicio físico, el verano es una gran oportunidad para adquirir hábitos de vida saludable, aunque no se debe practicar en las horas de más calor y mantenerse hidratado, anticipándose a la sensación de sed.
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