MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
Casi 40 millones de kilómetros cuadrados de la superficie oceánica del Pacífico sudoccidental -una superficie equivalente a 80 veces España- se vieron afectadas el año pasado por olas de calor marinas.
Así se recoge en el informe 'Estado del clima en el Pacífico sudoccidental 2024', elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) -agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua- y dado a conocer este jueves.
El informe indica que "un calentamiento oceánico sin precedentes" engulló el año pasado esa zona del planeta, lo que causó daños en ecosistemas y economías, y refleja que el aumento del nivel del mar amenaza a las islas de una región en la que más de la mitad de la población vive cerca de la costa.
La OMM apunta que 2024 fue el año más cálido registrado en el Pacífico sudoccidental, con 0,48 grados más que la media entre 1991 y 2020, y en el marco de un episodio de El Niño. Hubo temperaturas récord en Australia y Filipinas, con graves riesgos para la salud pública, los medios de vida y los ecosistemas.
Además, las temperaturas de la superficie del mar fueron las más altas en el registro- que comienza a principios de la década de 1980- y el contenido de calor oceánico alcanzó niveles casi récord en 2024.
De hecho, casi 40 millones de kilómetros cuadrados se vieron afectados en enero, abril, mayo y junio por olas de calor marinas, esto es, más de un 10% de la superficie oceánica mundial, casi el tamaño de Asia o cuatro veces los de Europa y Estados Unidos.
CINCO DÉCADAS
Las áreas de mayor calentamiento oceánico en las últimas cinco décadas incluyen el mar de Tasmania, el mar de Salomón y la mayoría de las áreas alrededor de los pequeños Estados insulares del Pacífico.
El calentamiento de los océanos contribuye al aumento del nivel del mar, altera las corrientes oceánicas, afecta indirectamente las trayectorias de las tormentas, aumenta la estratificación de los océanos y puede provocar cambios en los ecosistemas marinos.
En toda la región, el nivel del mar superó la media mundial, amenazando las islas del Pacífico, donde más de la mitad de la población reside a menos de 500 metros de la costa. Las comunidades se enfrentan a decisiones difíciles sobre permanecer en zonas de alto riesgo o reubicarse para asegurar su futuro.
"AMENAZA EXISTENCIAL"
En tierra, el calor extremo y las lluvias causaron impactos mortales y devastadores. Una racha récord de ciclones tropicales azotó Filipinas, mientras que el último glaciar tropical que quedaba en Nueva Guinea se acercaba a la extinción.
"2024 fue el año más cálido registrado en la región del Pacífico Sudoccidental. El calor y la acidificación de los océanos se combinaron para infligir daños duraderos a los ecosistemas marinos y las economías. El aumento del nivel del mar es una amenaza existencial para naciones insulares enteras. Es cada vez más evidente que se nos está acabando rápidamente el tiempo para cambiar el rumbo", según Celeste Saulo, secretaria general de la OMM.
No obstante, el informe contiene algunas buenas noticias. Por ejemplo, muestra cómo el fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana y la acción anticipatoria en Filipinas permitieron a las comunidades prepararse y responder a los tifones consecutivos de 2024.
Y un estudio de caso separado de la isla Serua (Fiyi) destaca los desafíos culturales y espirituales de la reubicación de las comunidades desplazadas, dados los profundos lazos ancestrales con la tierra. Se calcula que al menos 50.000 isleños del Pacífico corren el riesgo de ser desplazados anualmente por los efectos adversos del cambio climático.
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