MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Ocho niños y adolescentes con edades comprendidas entre 11 y 17 años de distintas organizaciones sociales se reunieron este lunes con los integrantes de la Comisión de Juventud e Infancia del Congreso de los Diputados, a quienes trasladaron sus propuestas e inquietudes en materia de migraciones, participación, salud mental, protección, acción climática, pobreza, entorno digital y educación.
Ani (17 años), César (14 años), Amanda (12 años), Sara (11 años), Carlos (17 años), Rim (17 años), Beatriz (16 años) y Kawtar (16 años) fueron los chavales encargados que pidieron a los diputados que se tengan en cuenta sus planteamientos, según informó Unicef.
Ani, de Cibercorresponsables (red de jóvenes periodistas de la Plataforma de Infancia), abrió el acto reclamando que "las plataformas tengan responsabilidad, que el Estado actúe con leyes claras y que se eduque a los jóvenes para que podamos defendernos" frente a problemas como el ciberacoso.
A continuación, tomó la palabra César, de la Fundación Diagrama de Valencia, que pidió "incluir otras formas de aprendizaje" en los colegios y que éstos incluyan "espacios de diálogo y comunicación para evitar o parar las posibles situaciones de violencia"; mientras que Amanda, del Grupo Asesor de Unicef España, solicitó "aumentar el número de profesionales dedicados a la salud mental en la Atención Primaria y especializados en infancia, programas de prevención y detección, formación para las familias y promoción del bienestar en los centros educativos".
Sara, de Aldeas Infantiles SOS, señaló que "participar es importante porque también somos ciudadanos y ciudadanas, y queremos que mejore nuestra vida", y dejó caer que "hay mejoras pendientes, como que no sólo se nos escuche, sino que se dé respuesta o solución a lo que pedimos".
Del mismo modo, Carlos, en representación del sistema de acogimiento, se centró en "un tema difícil, serio y real en nuestra sociedad: la violencia". Para su prevención, sugirió "más vigilancia de los profesores, más psicólogos en los centros escolares, herramientas para que sepan contar mejor lo que ven y talleres de concienciación".
A su vez, Rim, de Unicef España, se refirió a los menores migrantes que "no han tenido la misma suerte que yo, que he tenido una profesora que me acompañó mientras aprendía y unos compañeros admirables". Sobre este particular, rogó que "todo niño que llegue por la frontera sur sea acogido con dignidad, identificado correctamente y acompañado psicológicamente desde el primer momento" y que se luche contra el odio.
Por su parte, Beatriz, del consejo de infancia de Moaña (Pontevedra) sugirió la puesta en marcha de un plan de revitalización de los entornos educativos que "nos enseñe a transformar la luz solar en energía para implantarlo en nuestros hogares", una asignatura que "englobe biología, medioambiente y saber tradicional" y el desarrollo de catálogos de especie autóctonas para jardines públicos y privados, puesto que el 30% de los jóvenes son alérgicos al polen y la vegetación inadecuada empeora esta situación.
Por último, Kawtar, de la Asociación Ciudad Joven, reseñó que la pobreza infantil "no sólo es no tener dinero", sino que también "es crecer con miedo, con menos oportunidades, sintiendo la desigualdad". Para revertir esta situación, propuso "más becas y ayudas económicas que garanticen el mismo acceso de todos los niños y niñas a excursiones, salidas, campamentos o actividades" y que "todas las necesidades básicas sean realmente cubiertas y podamos tener ropa, comida, calefacción, luz o vivienda".
|