MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
El Instituto Cervantes presentará este sábado en la Feria del Libro de Buenos Aires la reedición del libro 'El papa Francisco, Borges y la literatura', una obra en la cual se cuenta la historia del encuentro que tuvo lugar en 1965 entre el papa Francisco (1936-2025), entonces conocido únicamente por su nombre de pila, Jorge Mario Bergoglio, y Jorge Luis Borges (1899-1986).
La presentación de este libro contará con la participación del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; la presidenta de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, Victoria Kodama; y el investigador del Instituto Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires, Lucas Adur, según informó el Cervantes.
En su época de profesor, allá por 1965, Bergoglio consiguió que Borges ("un tipazo", en palabras del futuro papa Francisco) tomara un autobús y visitara a sus alumnos, con quienes hizo un taller de narrativa del que salió un libro de cuentos con prólogo del autor de 'El Aleph'.
'El papa Francisco, Borges y la literatura' incluye la carta que Bergoglio escribió en defensa de la literatura en la educación y otro texto de éste dedicado a los poetas. También incorpora textos escritos por García Montero y Victoria Kodama y nuevos cuentos de jóvenes premiados en certámenes de la Fundación Jorge Luis Borges.
Francisco transmitió a Luis García Montero el pasado 19 de septiembre en una audiencia privada lo siguiente: "Tenéis todo el permiso para poder utilizar mis textos como queráis y como consideréis más útil".
En su prólogo, el director del Cervantes pone de manifiesto que la relación entre Borges y Francisco "merece ser recordada por la importancia" de ambos. También explica que el Papa "fue alguien que comprometió la literatura con la búsqueda de la verdad, frente al drama de los habladores sometidos al servicio del error" y recuerda que para el predecesor de León XIV "las palabras huecas hacían mucho ruido" especialmente para quien "identificó la lectura y la creación literaria con ejercicios espirituales que dignifican la conciencia humana".
En la 'Carta a los poetas', Francisco explica que admiró a muchos escritores en su vida, citando especialmente a Dante y Dostoievski y obras suyas, como 'Memorias del subsuelo' o 'Los hermanos Karamazov', a quienes agradece haberle enseñado a "comprenderse a sí mismo a través de sus palabras".
En este texto, Bergoglio defiende la poesía, sin la que "la vida no funciona" y se dirige a los poetas de la siguiente manera: "Sois la voz de las inquietudes humanas: vuestro trabajo consiste en dar vida, dar cuerpo, dar palabra a cuanto el ser humano vive, siente, sueña y sufre, creando armonía y belleza".
En otras de sus publicaciones, intitulada 'Sobre el papel de la literatura de formación', resalta la necesidad de leer en la juventud y critica la "llegada omnipresente" de las redes sociales y los teléfonos móviles. "Encontrar un buen libro de lectura llega a ser como un oasis que nos aleja de otras actividades que no nos hacen bien", resalta.
Bergoglio confiesa que le encantaban "los artistas trágicos", aportando una anécdota de sus alumnos relacionada con las preferencias de los chavales por Federico García Lorca. "Tenía que asegurarme de que leyeran El Cid, pero no les gustaba. Así que decidí que estudiaran El Cid en casa y durante las clases trataría a los autores que más les gustaban a los chicos", explica.
El propio García Montero subraya en el prólogo cómo en su encuentro con Francisco el año pasado, éste sonrió al contarle que a sus alumnos les gustaban mucho "poemas picantes", como el 'Romance de la casada infiel', de Lorca.
'El papa Francisco, Borges y la literatura' también incluye un epílogo firmado por Luis J. Totera, que esconde otra anécdota de Bergoglio que cuenta García Montero. Cuando el libro se puso en marcha en 1965, uno de los autores seleccionados tuvo la idea de que alguna autoridad del colegio escribiese una nota explicativa. El futuro Papa le pidió al jefe de estudios, Luis Totera, que lo escribiera; pero éste respondió al alumno que ejercía de 'correo': "Dile a Bergoglio que lo escriba él". Lo hizo, pero el texto lo firmó Totera.
|