MADRID, 4 (OTR/PRESS) Nicolás Maquiavelo dejó escrito que la política no tiene que ver con la moral. Es probable que ni Pilar Alegría, ministra portavoz del Gobierno, ni el también ministro Óscar López hayan leído al diplomático florentino pero, a juzgar por sus palabras, parece que están muy puestos en su visión cínica de la política. Los citados ministros, y también la vicepresidenta María Jesús Montero, han difundido estos días un bulo a sabiendas de que había sido desmentido. Daban pábulo a un bulo que acusaba a un ex agente de la UCO que ahora trabaja para la Comunidad de Madrid de hablar de un intento de magnicidio colocando una bomba lapa en los bajos del coche del presidente. La realidad de la conversación extraída de una charla era exactamente la contraria: el guardia civil temía -según su decir-ser él víctima del "sanchismo" mediante tal procedimiento o -añadía- la contratación de un sicario venezolano. Un despropósito, sin duda, pero no como ha sido divulgado y deliberadamente presentado en programas y cadenas de televisión afines al Gobierno. En una de ellas -la Sexta- se produjo una rectificación asumiendo el error, pero no así en dos programas de TVE. Un asunto lamentable en cualquiera de sus dimensiones porque arroja descrédito se mire por donde se mire. Descrédito hacia los tres miembros del Ejecutivo que propagan un bulo con contumacia a sabiendas de que se trata de una falsedad y descrédito de algunos medios de comunicación que, desde su posición servil y acrítica a la causa gubernamental, pisotean los esenciales del código deontológico del periodismo que se caracteriza por el respeto a la verdad y el firme propósito de rectificar si se ha cometido un error divulgando una falsedad. Sí es rechazable que dicha deriva se esté convirtiendo en tendencia en la praxis cotidiana de algunos medios de comunicación cuando semejante conducta afecta a algunos miembros del Consejo de Ministros resulta intolerable. Todo ha sido una maniobra para intentar desacreditar a la UCO. Se nota que actúa a la desesperada. Tratando de desviar el foco mediático de los escándalos de presunta corrupción que cercan al entorno del presidente del Gobierno, casos que esta unidad de la Guardia Civil investiga en su condición de policía judicial. Este y no otro es el fondo del asunto.
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