 El cambio de modelo de examen, la notas y el temario incompleto llevan a los alumnos a contar con las universidades privadas
Un total de 13.098 alumnos se enfrentan este martes a la selectividad en la provincia de Valencia. Una prueba que este año viene marcada por un cambio de modelo de examen --que elimina la opcionabilidad que se introdujo por la pandemia de 2020 e incorpora un modelo único-- y por la dana del pasado 29 de octubre que afectó a gran parte de la provincia, paralizó las clases y condicionó el rumbo del curso de una generación que empezó Secundaria en pandemia y termina Bachillerato con esta tragedia.
Dadas las circunstancias, la Conselleria de Educación anunció a finales de noviembre que el alumnado afectado por la riada tendría la opción de elegir entre junio y julio para realizar la convocatoria ordinaria de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) y dispondría también de una extraordinaria a finales de julio.
Para el alumnado afectado por la dana hacer frente a estas pruebas ha supuesto un doble reto: por un lado, conseguir completar todo el temario de Segundo de Bachillerato en tiempo récord y, por otro, gestionar la tragedia vivida e intentar salir adelante.
Roberto Rubio, Irene Verdoy y Ana Martínez son alumnos del IES María Carbonell i Sánchez de Benetússer (Valencia) que han decidido presentarse a la convocatoria ordinaria de junio. Roberto quiere estudiar el Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos --requiere un 8,151 de nota de acceso en la Universitat de València (UV)-- mientras que Irene y Ana quieren estudiar Enfermería, que tiene un 12,383 como nota de corte en la misma institución.
Los tres decidieron apostar por la convocatoria de junio ya que, según han explicado en declaraciones a Europa Press, al terminar las clases el 9 de mayo, si optaban por la de julio, tendrían que estar "casi dos meses" estudiando por su cuenta mientras que ahora tienen los temas "más recientes", a pesar de que realizaron los finales entre el 12 y el 14 de mayo sin haber terminado el temario.
En este sentido, han señalado que los profesores han seguido dando clases con posterioridad a los alumnos para que puedan acudir a las pruebas habiendo visto todas las materias al completo.
JULIO "NO GARANTIZA IGUALDAD DE CONDICIONES"
"Te están dando la teoría pero lo tienes que hacer tú por tu cuenta en casa porque ellos no te van a examinar porque ya te han dado todas las notas", ha incidido Roberto, quien asegura que se examinaron de los finales de mayo faltándoles "mucho" temario por ver: "En el final de Catellano las subordinadas no entraron porque no las habíamos dado; en Valenciano no entró la sociolingüística y, en Historia, la Transición", ha subrayado.
En este punto, ha indicado que la propuesta de una segunda convocatoria en julio "no garantiza una igualdad de condiciones" entre alumnado afectado y no afectado porque "aunque ellos lo hagan en junio y yo en julio teniendo un mes más para estudiar, ellos lo hacen teniendo reciente un examen final en el que se le ha evaluado de todo el temario".
"La gente está yendo a clases ahora pero el 20 de junio termina el instituto y 15 días antes de la PAU no hay clases porque los profesores no van a ir al instituto un 28 de junio. Las han ofrecido ahora durante este mes y la gente está repartida entre los que sí van a ir a junio, y se van a arriesgar, y los que necesitan más nota y más tiempo y van a julio", ha expuesto.
En el caso de Irene y Ana, han decidido presentarse a junio porque ante un curso tan "caótico" en el que "se ha perdido mucho tiempo entre clases online, cancelaciones por alertas meteorológicas o el apagón", han optado por la universidad privada y "solo" necesitan aprobar. "Muchos tras la dana, viendo las notas y el cambio de modelo de examen hemos optado por privadas porque no llegamos" a esa puntuación, ha señalado Ana que afirma que "la mayoría que van a julio es porque quieren una pública y necesitan mucha nota".
Asimismo, los tres han criticado que tuvieron que decidir en abril si querían ir a la convocatoria de junio o de julio, lo cual les generó "mucha incertidumbre" ya que no habían terminado el temario y tenían que confiar en que para la fecha de junio lo habrían visto todo.
"Pensábamos: Si me espero a julio y estudio todo el mes en casa ¿Me saldrá mejor o me saldrá peor?, ¿Lo harán más fácil el examen de julio porque va el alumnado dana o lo harán más difícil?", ha planteado Roberto.
"FALTA DE CONCENTRACIÓN" EN LECCIONES ONLINE
Respecto a la vuelta a las clases tras la dana, Roberto ha señalado que tres semanas después de lo ocurrido comenzaron las clases online en las que al principio el profesorado quiso enfocarse en el estado emocional del alumnado para después poder seguir con el curso.
En este sentido, Irene ha indicado que las clases online fueron un "desastre" porque no estaban "tan concentrados" como en el aula y uno de los problemas que destacan es que los profesores dieron por "abordado" lo explicado en ese periodo y con este método porque, en caso contrario, los temas de siete meses "los tenían que dar en tres". Y Roberto ha sido contundente: la atención no era la misma ya que, en muchos casos, después de asistir a la clase online "tenías que bajar a seguir ayudando".
"Yo tengo en clase a gente que ha perdido familiares o que ha perdido la casa y que han tenido que estar estudiando en casa de su tía o de su abuela, y en condiciones así no estudias igual", ha aseverado.
Por ello, tanto Roberto como Irene y Ana se han mostrado muy críticos con el nuevo modelo de examen ya que consideran que, tras lo ocurrido con la dana en Valencia, tendrían que haberlo pospuesto para el siguiente año.
"Nos venía muy justo de tiempo a todos nosotros y no lo podíamos llevar del todo bien preparado porque íbamos con tres meses de retraso", ha remarcado Ana, al tiempo que ha recordado que, desde el día de la dana hasta el 7 de enero no volvieron a las aulas.
"INCERTIDUMBRE" SOBRE EL MODELO DE EXAMEN
En este sentido, Roberto ha afirmado que lo mejor hubiera sido mantener el otro modelo de examen ya que de esa forma, se habrían podido quitar parte del temario que han dado "mal" y "rápido" para centrarse en el que han podido ver en clase.
Y, ha sostenido que los profesores comenzaron el curso sin saber cuál iba a ser el modelo de examen que tenían que hacer, por lo que empezaron a dar temario sin saber seguro si entraría o no. El modelo finalmente se supo unos días antes de la dana por lo que, tras la riada, volvió "la incertidumbre" de no saber si iban a cambiar el examen o "nos lo iban a facilitar".
"La medida de disponer de un mes más para estudiar a mí me parece una tontería. Que a nosotros (los afectados de la dana) nos hubieran hecho el examen de antes, por ejemplo, ¿habría sido injusto para el resto? No lo sé. ¿Que nosotros hubiéramos sacado más nota por tener un examen con opcionabilidad? No lo sé, pero, desde luego, los que vamos en junio vamos en desventaja seguro. Y los que van en julio depende de cómo se lo monten", ha manifestado.
Finalmente, los tres estudiantes han puesto en relieve la "resiliencia" de su promoción: "Creo que es algo que admirar. A nuestros hijos les podremos contar que empezamos el instituto con el Covid y que hemos acabado con una dana, o sea, dos tragedias muy graves", ha resaltado Ana que opina que "si hemos podido con un Covid y con una dana, pues podemos con todo".
|