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El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado este miércoles los ataques violentos registrados en los últimos días en la región del norte de Kosovo de mayoría serbia, en la que 30 miembros de la Misión de la OTAN en Kosovo (KFOR) y medio centenar de manifestantes serbokosovares resultaron heridos. "Seguimos expresando nuestra preocupación por la situación allí y condenamos la violencia que hemos presenciado", explicado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric en una rueda de prensa. Dujarric, a su vez, ha señalado que la representante de Naciones Unidas que se encuentra en la región "sigue haciendo lo que puede para apaciguar la situación". Tras los incidentes, la OTAN anunció el despliegue de 700 tropas adicionales procedentes de las Fuerzas Operativas de Reserva (ORF) para los Balcanes Occidentales. El secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, expresó, además, su codena a los ataques "no provocados": "Son inaceptables y deben parar", aseguró, subrayando que estos casos de violencia suponen un revés para Kosovo y sus aspiraciones euroatlánticas. Los últimos incidentes derivan de las elecciones locales del 23 de abril, en las que la comunidad serbia, mayoría en la parte norte de Kosovo, hizo un llamamiento a la abstención. La participación fue del 3,4 por ciento en los cuatro municipios de mayoría serbia. La toma de posesión de las nuevas autoridades ha generado enfrentamientos que han vuelto a poner en guardia a Pristina y Belgrado, pero también a sus socios internacionales.
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