Hugo Chávez, presidente llanero desde febrero 1999, aspira a su cuarto mandato ininterrumpido.
Hoy tanto él como sus contrincantes deben haber estado analizando los comicios municipales de Londres del 3 de mayo donde perdió el que puede ser la figura política europea más cercana a la ”revolución bolivariana”: Ken Livingstone.

Ken fue el último líder del Consejo del Gran Londres en 1981-86 hasta que este municipio fue abolido por Margaret Thatcher, la entonces primer ministra británica quien le acusaba de apadrinar a Mandela y a los republicanos irlandeses a quienes ella acusaba de terroristas, mientras que Ken utilizada la comuna capitalina para fomentar huelgas y protestas contra los conservadores.

A poco de que en Mayo 1997 Tony Blair logró que los laboristas retornaran al poder en Reino Unido él creó la primera alcaldía que haya tenido la mayor urbe europea en su historia. Cuando Ken ganó las internas laboristas para disputar dicho cargo Blair le vetó y obligó a que éste se lanzase como independiente terminando por ganarlas.

En el 2000-2008 Livingstone fue el primer burgomaestre de la primera metrópolis europea mientras que Chávez era el primer presidente socialista en el norte andino.

Ambos congeniaron muy bien. Los dos condenaron a Bush como ”enemigo de la humanidad”, se opusieron a la guerra de Irak  y han sido amigos de Irán y los palestinos.

Estuve con ambos cuando hicieron un mitin de 4 horas en Londres alabando al ”socialismo del siglo XXI” y firmando un acuerdo mediante el cual Caracas entregaba petróleo subsidiado para abaratar los pasajes de los londinenses más necesitados.

El rechazo a ese pacto fue una de las banderas que empleó el joven conservador heterodoxo Boris Johnson para destronar a Ken de la alcaldía londinense en el 2008 y luego para cerrarle el paso en sus intentos de volver a dicha posición en mayo 2012.

Tras su última derrota Ken ha dicho que ya no postulará en ninguna nueva elección. Mientras que varios laboristas le echan la culpa a él por haberse querido entronar en el poder (convirtiéndose durante casi un tercio de siglo en la principal figura del socialismo londinense) y haber perdido la alcaldía capitalina (en tanto que a nivel de la Asamblea de Londres y en todo el país los socialdemócratas sacaron casi 10 puntos de ventaja a los tories) los izquierdistas más radicales creen que el error de Ken fue haberse ”moderado” y haber retornado al laborismo.

No obstante, un factor clave que llevó a la caída de Ken no fue tanto él sino a la vitalidad de su rival Johnson, un conservador que supo tornarse centrista y popular, camino que debe estar estudiando el presidenciable venezolano Enrique Capriles, otro joven centroderechista que quiere deponer a otra leyenda roja.