Cremas, jabones, colonias, aceites… Son productos que usamos normalmente en nuestro día a día. Sin embargo muchos cosméticos pueden llevar a engaño a los consumidores ya que suelen publicitarse con propiedades que realmente no tienen. Es posible que, en alguna ocasión, te hayas comprado un producto cosmético y que no hayas notado el resultado que esperabas o que anunciaban, en algunos casos, incluso ningún resultado.
Entre este tipo de engaños nos encontramos con el tan típico antes/después demasiado exagerado, el aval de un testeo con usuarios que resultan ser actores contratados por la marca, la ambigüedad en cierto tipo de mensajes o nombres engañosos que puedan denotar términos médicos cuando en realidad no lo son.
¿Esto está regulado de alguna forma? Desde 2013 sí. Antes las únicas regularizaciones tenían que ver con la seguridad del uso de los cosméticos pero no sobre su eficacia. Fue en 2013 cuando entró en vigor el Reglamento Europeo de Cosméticos para intentar controlar toda esta publicidad engañosa. Para ello, los fabricantes deberán indicar si el producto ha sido testeado con animales con un resultado favorable. También deberán de aportar una información veraz sobre sus ingredientes. Si se anuncia que contiene un ingrediente específico, éste deberá estar presente.
Otra de las normativas de este Reglamento Europeo de Cosméticos es que sus reclamos deberán estar respaldados por una base científica demostrada, evitando así alegaciones exageradas con la única excepción de que sea muy evidente y que pase a formar parte de un recurso publicitario para llamar la atención. Por ejemplo, si anuncian un cosmético en el que su usuario se transforma en un súper héroe, está claro que no se trata de un engaño sino de una exageración publicitaria usada como recurso para llamar la atención.
Otra de las formas que últimamente más se están utilizando para conocer la seguridad de las propiedades de un producto es leer las
opiniones sobre cosméticos que dejan los usuarios que los han probado en las páginas web donde se compran este tipo de materiales. De esta forma podemos leer una información objetiva de personas reales que lo han comprado y que, basándose en su experiencia, describen su experiencia con el cosmético sin ningún tipo de atadura comercial.