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Salvado y no por la campana, tranquilo pero con un cosquilleo de ambición por tener más, el Espanyol afronta la semana clave de la temporada. La semana, en mayúsculas. Tres partidos en siete días que decidirán su sino en esta Liga y en la próxima, en la que quieren estar y en Europa. Con la Champions algo más que difícil, la Europa League es una buena oportunidad para sentar cabeza en un sitio que no sea tierra de nadie, ni de transición.
Novedades en la convocatoria de Poche con la vuelta de Weiss y Forlín. Baena, baja
Tras cumplir un partido de sanción, Weiss y Forlín vuelven a la lista, de igual forma que Raúl Rodríguez regresa tras superar la lesión sufrida hace dos semanas contra el Real Madrid. El que no estará será Raúl Baena, por acumulación de tarjetas. Los jugadores Paul Quaye y Christian Alfonso, que este sábado jugaron con el Espanyol B, se quedaron fuera de la lista.
El Racing de Cervera, cuanto antes mejor
En manos de Álvaro Cervera, el nuevo
entrenador racinguista, los de Santander necesitan como el comer puntuar en
abundancia en los próximos tres partidos. Eso, o no salvarse. Aunque, tirando
de estadística, los cántabros llevan una racha de cuatro victorias, un empate y
una sola derrota en el feudo perico en los últimos seis años. La vuelta a la
titularidad del portero Toño será la principal novedad del conjunto de Cervera
que no podrá contar con los lesionados Domingo Cisma y el argentino Lautaro
Acosta. El peligro, como siempre, se llama Stuani.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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