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Ha necesitado 2 meses el Mallorca para volver a reencontrarse con la victoria, concretamente desde la victoria ante la Real Sociedad, también por 2-1 con Laudrup en el banquillo.
El partido fue insípido, sobre todo en la primera mitad, con equipo local incapaz de desplegar buen futbol ante un Racing, que aunque no creaba peligro, vislumbraba la posibilidad de regresar a Cantabria con los 3 puntos en el bolsillo, ya que el Mallorca era inoperante en ataque.
Y cuando ya se mascaba el final de la primera parte, Nsue, que había entrado al campo en el minuto 20 por lesión de Castro, metió un centro desde la banda, medio gol, que Torrejón acierta a introducir en propia meta ante la amaneza de Hemed. Fue todo un alivio para el Mallorca y un empujón para la segunda mitad.
La dinámica en la segunda mitad fue la misma, un partido malo, con errores infantiles en defensa por parte del Mallorca, y dudas en ataque de ambos equipos, lo cual reflejaba el porqué de su situación en la tabla.
Pero fue el Mallorca el que volvió a golpear y, tras una cabalgada de Pereira por banda derecha, su centro es rematado a placer por Victor. El francés, de esta manera, reivindicaba su puesto en el once inicial.
Cúper movió el banquillo y dio entrada al argentino Nahuelpán que conseguiría recortar distancias en jugada ensayada, dando esperanzas al equipo santanderino para el último cuarto de hora, donde a punto estuvo de conseguir el empate en superioridad numérica tras la expulsión de Bigas, pero ahí estaba Aouate para atajar los avances verdinegros.
Al final, los puntos se quedaron en Mallorca y el Racing cabizbajo y en la última posición se fue de vacío.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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