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El año de… TOMAS BERDYCH
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Armónicamente insuficiente. La elegancia de la torre checa no ha bastado para mantener a Berdych en su progresión hacia los grandes títulos. Tras un 2010 más que prometedor, Tomas se ha quedado fuera de todas las grandes finales, en una campaña de transición que no ha proporcionado ese salto de calidad tan deseado por el tenista de Valasske.
Es un jugador de referencia, un habitual en cuartos de Masters y favorito en cualquier torneo de menor categoría. Pero al aficionado le ha quedado un regusto amargo tras la promesa puesta sobre el tablero la pasada campaña.
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Las semifinales en Roland Garros y la final de Wimbledon de hace un año presagiaban la explosión de un cañonero con mucho estilo. No ha sido, en cambio, una temporada fácil en los Grand Slam. A pesar de iniciar 2011 con cuartos de final en Australia (mejor resultado de su carrera), no volvería a alcanzar esta ronda en ninguno de los otros tres restantes.
A su favor queda un circuito de Masters 1000 notable, con dos semifinales (Cincinnati y París) y el primer título desde Múnich en 2009. La victoria en Pekín ante Cilic fue el punto más brillante de un año donde molestias en su hombro le obligaron a retirarse en Cincinnati y el US Open.
Con su triunfo ante Tipsarevic en París resolvió el misterio de las tres últimas plazas para el O2, y la posterior victoria ante Murray (que llegaba con una racha de 17 partidos consecutivos ganando) indica que Berdych está más que preparado para repetir experiencia en la Copa Masters.
Un poco de garra extra y fe en sus posibilidades serían los ingredientes a añadir a un jugador siempre respetado en pista, que afronta su etapa de madurez con la ilusión por seguir en la búsqueda de su gran partido.
Veintinueve meses después, la victoria llegó en China.El año de… TOMAS BERDYCH | |||||||
| Las ATP World Tour Finals en Diario Siglo XXI | |||||||
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Armónicamente insuficiente. La elegancia de la torre checa no ha bastado para mantener a Berdych en su progresión hacia los grandes títulos. Tras un 2010 más que prometedor, Tomas se ha quedado fuera de todas las grandes finales, en una campaña de transición que no ha proporcionado ese salto de calidad tan deseado por el tenista de Valasske. Es un jugador de referencia, un habitual en cuartos de Masters y favorito en cualquier torneo de menor categoría. Pero al aficionado le ha quedado un regusto amargo tras la promesa puesta sobre el tablero la pasada campaña.
Las semifinales en Roland Garros y la final de Wimbledon de hace un año presagiaban la explosión de un cañonero con mucho estilo. No ha sido, en cambio, una temporada fácil en los Grand Slam. A pesar de iniciar 2011 con cuartos de final en Australia (mejor resultado de su carrera), no volvería a alcanzar esta ronda en ninguno de los otros tres restantes. A su favor queda un circuito de Masters 1000 notable, con dos semifinales (Cincinnati y París) y el primer título desde Múnich en 2009. La victoria en Pekín ante Cilic fue el punto más brillante de un año donde molestias en su hombro le obligaron a retirarse en Cincinnati y el US Open. Con su triunfo ante Tipsarevic en París resolvió el misterio de las tres últimas plazas para el O2, y la posterior victoria ante Murray (que llegaba con una racha de 17 partidos consecutivos ganando) indica que Berdych está más que preparado para repetir experiencia en la Copa Masters. Un poco de garra extra y fe en sus posibilidades serían los ingredientes a añadir a un jugador siempre respetado en pista, que afronta su etapa de madurez con la ilusión por seguir en la búsqueda de su gran partido. Veintinueve meses después, la victoria llegó en China. |
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