La selección de la República Checa se enfrenta este martes a Montenegro en el partido de vuelta de la repesca para la Eurocopa de Polonia y Ucrania de 2012 con la intención de confirmar su pase tras imponerse en la ida por 2-0.
El gol de Sivok en el minuto 92 del partido de ida pudo sentenciar la eliminatoria del lado checo, pero Montenegro no se rinde y quiere seguir peleando hasta el final. Los balcánicos tienen aún 90 minutos por delante y han pedido el apoyo de su afición para intentar clasificarse por primera vez en su historia para una Eurocopa.
Los jugadores locales tienen muy clara la consigna de pelear y así lo transmiten, recordando que ya remontaron un partido contra Inglaterra. "Perdíamos por 0-2 y logramos remontar, teniendo menos tiempo que ahora. Ahora tenemos todo el partido. Creo que podemos hacerlo aunque tendremos que dar el 200 por ciento", comentó el defensa Stefan Savic.
Sin embargo, el equipo balcánico tendrá que, además de gestionar las prisas, reencontrarse con el gol, una faceta que ha tenido prácticamente abandonada en la fase de clasificación donde sólo anotó siete tantos, y únicamente marcó dos goles en el mencionado empate ante los de Fabio Capello.
Por su parte, la República Checa no se pierde una fase final desde que no se clasificara para la disputada en Suecia en 1992. El conjunto dirigido por Michal Bílek lo tiene todo a favor para obtener el pase, pero no se puede descuidar porque un gol tempranero de Montenegro les volvería a meter en la eliminatoria. Por ello, se refugiará atrás y tratará de imponer su mayor experiencia.
El capitán checo, Tomas Rosicky, tiene claro que no se pueden dejar amilanar por el gran ambiente que les espera en Montenegro. "Queremos marcar allí porque si lo hacemos será muy complicado que nos superen. Esperamos una ferviente afición, sabemos que será muy difícil para nosotros, así que tenemos que ser pacientes y disciplinados al igual que en la ida", dijo.