Lo dicen las apuestas. Y la Historia. Y sobre todo, ese brazo derecho que se resiste terminar su danza hipnótica. Roger Federer llega a Londres como el rival a batir. El viejo maestro sigue tan afinado como en sus mejores recitales.
No era el 2011 un panorama que pudiera prever esta situación. Por primera vez en más de ocho años, King Roger no levantaba uno de los Grandes a lo largo de la temporada. Desde aquel estreno en Wimbledon 2003 ante Philippoussis, el de Basilea encadenó éxito tras éxito hasta el Abierto de Australia de la temporada pasada.
Nunca ha dejado de estar ahí, manteniendo la clase hasta cuando la crítica se hizo mayoritaria, aunque pocos son los que recuerdan ver al helvético fuera del Top 3. Es indiscutible que Federer está viviendo el momento de su carrera con más competencia de largo. Tras el huracán Nadal vino el terremoto Djokovic, fenómenos de la naturaleza que han secado el protagonismo de uno de los opositores al trono de mejor jugador de todos los tiempos.
Nole avisó en la Rod Laver Arena, Rafa recordó penas de antaño en la tierra gala y Tsonga terminó la pesadilla con una remontada imposible en Wimbledon. Lo que sería el mejor año de su vida para la gran mayoría, dejaba noqueada a la leyenda.
La estadística es una amiga cruel incluso para los mitos, y las cifras se pueden transformar en frías compañeras acostumbradas a esconder las realidades menos heroicas. Roger cayó siempre en rondas finales, con los grandes, destrozó la racha infinita de Novak (tras cuarenta y un triunfos), y estuvo a un punto de regalarnos el último Nadal - Federer que nos quedaba en territorio yanqui.
Por eso no debe extrañar su final de campaña. Tras terminar con diez meses de sequía en Basilea, el suizo aprovechó el impulso cogido en casa para marcarse un Masters de París para enmarcar, con victoria número 800 incluida en el paquete.
Ahora regresa por décimo año consecutivo a la Copa de Maestros, donde comparte liderato de títulos con Lendl y Sampras (cinco). Además de superar a dos genios, en caso de conseguir el pleno marcaría un 39-7 inédito en el Masters (Ivan Lendl llegó a esa cifra con tres derrotas más en su casillero). Números y más números que se reconcilian con el auténtico 'maestro'. Que nadie se precipite. A FedEx aún le quedan paquetes por entregar.
Dos puntos de partido fallidos evitaron el bautizo Nadal - Federer en la final del US Open.
Lo dicen las apuestas. Y la Historia. Y sobre todo, ese brazo derecho que se resiste terminar su danza hipnótica. Roger Federer llega a Londres como el rival a batir. El viejo maestro sigue tan afinado como en sus mejores recitales.
No era el 2011 un panorama que pudiera prever esta situación. Por primera vez en más de ocho años, King Roger no levantaba uno de los Grandes a lo largo de la temporada. Desde aquel estreno en Wimbledon 2003 ante Philippoussis, el de Basilea encadenó éxito tras éxito hasta el Abierto de Australia de la temporada pasada.
Nunca ha dejado de estar ahí, manteniendo la clase hasta cuando la crítica se hizo mayoritaria, aunque pocos son los que recuerdan ver al helvético fuera del Top 3. Es indiscutible que Federer está viviendo el momento de su carrera con más competencia de largo. Tras el huracán Nadal vino el terremoto Djokovic, fenómenos de la naturaleza que han secado el protagonismo de uno de los opositores al trono de mejor jugador de todos los tiempos.
Nole avisó en la Rod Laver Arena, Rafa recordó penas de antaño en la tierra gala y Tsonga terminó la pesadilla con una remontada imposible en Wimbledon. Lo que sería el mejor año de su vida para la gran mayoría, dejaba noqueada a la leyenda.
La estadística es una amiga cruel incluso para los mitos, y las cifras se pueden transformar en frías compañeras acostumbradas a esconder las realidades menos heroicas. Roger cayó siempre en rondas finales, con los grandes, destrozó la racha infinita de Novak (tras cuarenta y un triunfos), y estuvo a un punto de regalarnos el último Nadal - Federer que nos quedaba en territorio yanqui.
Por eso no debe extrañar su final de campaña. Tras terminar con diez meses de sequía en Basilea, el suizo aprovechó el impulso cogido en casa para marcarse un Masters de París para enmarcar, con victoria número 800 incluida en el paquete.
Ahora regresa por décimo año consecutivo a la Copa de Maestros, donde comparte liderato de títulos con Lendl y Sampras (cinco). Además de superar a dos genios, en caso de conseguir el pleno marcaría un 39-7 inédito en el Masters (Ivan Lendl llegó a esa cifra con tres derrotas más en su casillero). Números y más números que se reconcilian con el auténtico 'maestro'. Que nadie se precipite. A FedEx aún le quedan paquetes por entregar.
Dos puntos de partido fallidos evitaron el bautizo Nadal - Federer en la final del US Open.
De este modo, se genera una experiencia de 360º, donde el cliente se siente cómodo y establece una relación de fidelidad con la compañía.Sin embargo, este proceso también se da en las plataformas de streaming, que se han volcado para retransmitir una gran cantidad de eventos deportivos.
El tenista serbio Novak Djokovic ha conquistado el título del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, después de superar este domingo en la final al ruso Daniil Medvedev (7-5, 6-2, 6-2), y confirma su dominio en el certamen oceánico para alzar, además, su decimoctavo 'grande'.
Rusia ha conquistado la segunda edición de la Copa ATP después de imponerse en la final de este domingo gracias a las victorias de Andrey Rublev y de Daniil Medvedev sobre Fabio Fognini (6-1, 6-2) y Matteo Berrettini (6-4, 6-2), respectivamente, y releva a Serbia en el palmarés del torneo.