Comunicado de los “presos y presas” de ETA. Presos y presas, que los asesinos, como mandan los cánones del pensamiento único, son políticamente correctos. Comunicado en el que no condenan los más de ochocientos asesinatos de la banda marxista-nacionalista. Tampoco piden el fin de ETA. Ni una palabra acerca de su disolución. ¿Para qué hacer concesiones si el cambio de gobierno parece inminente? Hay que sacar lo que se pueda mientras aún haya tiempo y voluntad política. Por ello piden la modificación de la política penitenciaria y la excarcelación de los presos preventivos. Los últimos acercamientos les parecen poco. Desde el año 2004, año primero después de ZP, están acostumbrados a ganar. Ellos mandan. Las víctimas entretanto tienen derecho a callar. O a ser vilipendiadas.
El terrorista Arnaldo Otegui protesta contra la condena de diez años de cárcel que recientemente le ha impuesto la Audiencia Nacional. Para el “hombre de paz” de Rodríguez Zapatero existe un “plan” que pretende evitar que los del tiro en la nuca y los ataúdes blancos se salgan con la suya. Lamentablemente no tiene razón. Recuerden al Fiscal General del Estado diciendo aquello de las togas y el polvo del camino. Desde entonces más de un togado con puñetas y puñetero ha arrastrado la suya por el fango de la amoralidad y el totalitarismo, disfrazado en ocasiones como uso alternativo del Derecho, que es el nombre que le dan a la aberración jurídica aquellos que quieren destruir nuestro sistema de convivencia.
Urkullu, viendo la que se le podría venir en breve encima al PNV, asegura que el País Vasco no le debe nada a ETA ni a la “izquierda abertzale”, que es como se denomina ahora el MNLV mentado por José María Aznar, del cual la banda terrorista es vanguardia. No recuerda Urkullu a Arzalluz, el árbol y las nueces. O aquello de Lizarza. Un tripartito “a la catalana”, con Bildu en el papel de ERC, es una posibilidad bastante cierta. ¡Si el extremaderecha y racista de Sabino Arana levantara la cabeza!
Patxi López, para el recuerdo queda su foto junto a Otegui, calla y otorga. No comprende que su tiempo ha pasado. O que quizás jamás llegó. Sólo fue un espejismo. Como lo fue el mal llamado proceso de paz. Rubalcaba sigue, posiblemente seguirá, esperando el ansiado comunicado de fin de la banda que a ETA ya no le interesa emitir. Y el 20 de noviembre a las urnas. ETA, como viene siendo habitual, al fondo.