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Eso de ‘cualquier tiempo pasado fue mejor’ parece que es el lema de algunas nuevas políticas que se retrotraen al pasado para devolvernos a tiempos mejores

Echarle la culpa a la modernidad

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Parece que en el pasado el hombre viviese libre y sin complejos, sin ataduras, que en Roma no había esclavos y que todos podíamos llegar a ser Julio César. Modernamente, porque tampoco vamos a exigir demasiado al ciudadano medio, nos llegan a decir eso de que los tiempos en los que los europeos nos entendíamos a las mil maravillas eran mejores y que cuando los coches se fabricaban en Detroit las escuelas públicas en Estados Unidos eran mejores (bueno, eso puede que sí).

Para empezar, y sé que muchos no están de acuerdo con esto: no había internet. Lo de escribir un mensaje a Japón y decir ‘qué pasa con mis coches’ no era tan rápido y la agilización de los procesos mercantiles ha sufrido un auge con internet brutal. No, tampoco podía contactar con Nueva York y buscarme un agente literario (ahora tampoco, pero eso tiene más retintín de lo que me atrevo a reconocer)… ni podíamos crear empresas con un click. Eso nos lo da internet, que tendrá muchas cosas malas -como el Tinder, en el que no consigo ligar- pero nos trae otras muchas geniales en cuestiones laborales –o no tan geniales-.

Esto de America First que propugna Trump (que va haciendo amigos por doquier) es una extensión de ese pensamiento de volver a la era pre-internet en la que los procesos eran menos ágiles en todos los sentidos. Recientemente se ha referido a la venta de coches alemanes (que según él son muy malos, los alemanes, no los coches) y que se venden demasiado. Juncker le han contestado con que así era el libre mercado, lo moderno, y que así funcionan las cosas. Pero Trump propone la vuelta a la economía local porque es ésa precisamente la que le ha dado los votos.

Sucede así también en otros países, en los que las amenazas del localismo, de las políticas conservadoras y aislacionistas, han sufrido un gran auge. Sí, tenemos que mencionar el Brexit que ha acarreado en toda Europa una especie de nostalgia hacia los tiempos pasados que, necesariamente, eran mejores porque no había que competir con las economías asiáticas que son monstruosas. ¿Sería mejor que el coche se fabricase en Detroit? Fueron las propias empresas las que dejaron de fabricar sus automóviles allí por una cuestión impositiva y así ser más competitivos (coches más baratos) y, en realidad, esto también beneficiaba al consumidor, que no tenía que pagar una millonada por el coche (hablo de la teoría, que luego sé que han pasado muchas cosas).

¿Eran mejores estos tiempos de Detroit y es lógico que queramos volver a ello? El señor Trump parece proponernos esto (directamente) y ahora nos viene con una nueva: estábamos mejor cuando estábamos peleados los unos con los otros (que así fue en el pasado, lo reconocemos todos) y que así él beneficiará a los suyos y que la Unión Europea se las arregle por su cuenta (como también estamos peleados…). ¿Fue cualquier tiempo pasado mejor? ¿Será mejor para Inglaterra la salida de la eurozona? Los datos económicos son brutales y no dan lugar a dudas, pero es que, en estos asuntos, llama más el tema sentimental que el profesional, y algunos parece que se quieren aprovechar de ello, poniendo por encima la nostalgia del sentido común.

¿Volverán a trabajar los americanos sólo con los americanos? No sé, si les quitan internet puede que sí (y ojo que el ejemplo de los coches el señor presidente lo ha traído muy bien, porque es uno de los pocos sectores que se podría permitir el lujo). Y sigamos un poco más: los robots. ¿No quitan el trabajo a la gente? Sí, claro que lo hacen pero no sé si poner más impuesto a la industria automovilística por el uso de robots en la fabricación es realmente la solución.

Yo sólo lo digo, a ver a cuántos engañan (en todos los países).

Echarle la culpa a la modernidad

Eso de ‘cualquier tiempo pasado fue mejor’ parece que es el lema de algunas nuevas políticas que se retrotraen al pasado para devolvernos a tiempos mejores
Martín Cid
martes, 30 de mayo de 2017, 00:00 h (CET)
Parece que en el pasado el hombre viviese libre y sin complejos, sin ataduras, que en Roma no había esclavos y que todos podíamos llegar a ser Julio César. Modernamente, porque tampoco vamos a exigir demasiado al ciudadano medio, nos llegan a decir eso de que los tiempos en los que los europeos nos entendíamos a las mil maravillas eran mejores y que cuando los coches se fabricaban en Detroit las escuelas públicas en Estados Unidos eran mejores (bueno, eso puede que sí).

Para empezar, y sé que muchos no están de acuerdo con esto: no había internet. Lo de escribir un mensaje a Japón y decir ‘qué pasa con mis coches’ no era tan rápido y la agilización de los procesos mercantiles ha sufrido un auge con internet brutal. No, tampoco podía contactar con Nueva York y buscarme un agente literario (ahora tampoco, pero eso tiene más retintín de lo que me atrevo a reconocer)… ni podíamos crear empresas con un click. Eso nos lo da internet, que tendrá muchas cosas malas -como el Tinder, en el que no consigo ligar- pero nos trae otras muchas geniales en cuestiones laborales –o no tan geniales-.

Esto de America First que propugna Trump (que va haciendo amigos por doquier) es una extensión de ese pensamiento de volver a la era pre-internet en la que los procesos eran menos ágiles en todos los sentidos. Recientemente se ha referido a la venta de coches alemanes (que según él son muy malos, los alemanes, no los coches) y que se venden demasiado. Juncker le han contestado con que así era el libre mercado, lo moderno, y que así funcionan las cosas. Pero Trump propone la vuelta a la economía local porque es ésa precisamente la que le ha dado los votos.

Sucede así también en otros países, en los que las amenazas del localismo, de las políticas conservadoras y aislacionistas, han sufrido un gran auge. Sí, tenemos que mencionar el Brexit que ha acarreado en toda Europa una especie de nostalgia hacia los tiempos pasados que, necesariamente, eran mejores porque no había que competir con las economías asiáticas que son monstruosas. ¿Sería mejor que el coche se fabricase en Detroit? Fueron las propias empresas las que dejaron de fabricar sus automóviles allí por una cuestión impositiva y así ser más competitivos (coches más baratos) y, en realidad, esto también beneficiaba al consumidor, que no tenía que pagar una millonada por el coche (hablo de la teoría, que luego sé que han pasado muchas cosas).

¿Eran mejores estos tiempos de Detroit y es lógico que queramos volver a ello? El señor Trump parece proponernos esto (directamente) y ahora nos viene con una nueva: estábamos mejor cuando estábamos peleados los unos con los otros (que así fue en el pasado, lo reconocemos todos) y que así él beneficiará a los suyos y que la Unión Europea se las arregle por su cuenta (como también estamos peleados…). ¿Fue cualquier tiempo pasado mejor? ¿Será mejor para Inglaterra la salida de la eurozona? Los datos económicos son brutales y no dan lugar a dudas, pero es que, en estos asuntos, llama más el tema sentimental que el profesional, y algunos parece que se quieren aprovechar de ello, poniendo por encima la nostalgia del sentido común.

¿Volverán a trabajar los americanos sólo con los americanos? No sé, si les quitan internet puede que sí (y ojo que el ejemplo de los coches el señor presidente lo ha traído muy bien, porque es uno de los pocos sectores que se podría permitir el lujo). Y sigamos un poco más: los robots. ¿No quitan el trabajo a la gente? Sí, claro que lo hacen pero no sé si poner más impuesto a la industria automovilística por el uso de robots en la fabricación es realmente la solución.

Yo sólo lo digo, a ver a cuántos engañan (en todos los países).

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