Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Ver | juzgar y actuar

La libertad y la responsabilidad

Se buscan libertades y se huye de responsabilidades
Francisco Rodríguez
miércoles, 13 de julio de 2011, 06:46 h (CET)
La libertad no significa que podamos hacer nuestro capricho, sino tener la posibilidad de ejercitar nuestra propia voluntad para elegir el contenido de nuestras acciones y hacernos responsables de sus consecuencias. La libertad tiene el pesado reverso de la responsabilidad. Quizás por ello todos reclaman libertades pero huyen de las responsabilidades.

Las libertades que se invocan a cada momento se presentan como reclamación de derechos a disfrutar, pero no tanto como responsabilidades a asumir. A mi juicio, entre la libertad como atributo que me constituye como persona y “las libertades” de las que se habla a menudo, no hay una verdadera identidad.

Si en otros tiempos y sociedades se distinguía y se valoraba con claridad la condición de libre o esclavo, de señor o de siervo, ahora que se reconoce a todos los hombres como libres, la distinción se marca entre estar en libertad o estar en prisión, como puede verse en el artículo 17 de nuestra constitución.

Pero si la posibilidad de perder la libertad presupone el reconocimiento de la responsabilidad de cada cual, respecto a las acciones tipificadas en las leyes penales como faltas o delitos, una amplia corriente de pensamiento trata de eximir de tal responsabilidad a muchos delincuentes invocando que sus condiciones sociales o familiares, son en último término las determinantes de sus acciones.

Este razonamiento determinista cuando se amplía a la generalidad de las conductas, sirve a una mayoría para exonerarse de responsabilidad, con lo cual la propia libertad queda vacía de contenido. Si estoy en la pobreza o no he conseguido un puesto más relevante en la sociedad, o no ha funcionado mi relación matrimonial, es culpa de mis circunstancias familiares, de no tener influencias o de la mala suerte, pero pocas veces se asume la propia responsabilidad por haber utilizado mal la libertad, por ejemplo: elegimos divertirnos en lugar de prepararnos, elegimos gozar de la sexualidad sin compromisos en lugar de dominar nuestros instintos, etc.

Una sociedad libre no puede funcionar si sus miembros no asumen que ocupan el lugar que se deduzca de sus acciones y la acepte como resultado de sus propios merecimientos. Pero una sociedad libre es aquella que promueve la libertad y no determinadas “libertades”. Una sociedad libre es la que ofrece oportunidades para que cada uno use de sus talentos y determine sus metas y objetivos.

Pero no será libre nunca una sociedad manipulada, en la que se haga creer a los ciudadanos que existe un estado providencia que cuidará de ellos de la cuna a la tumba, que todos tienen los mismos derechos con independencia de sus conductas y de su aportación al acervo común que los gobernantes se encargarán de redistribuir a su conveniencia.

Una sociedad libre y democrática puede subsistir solamente si logra el fortalecimiento de la personalidad de los ciudadanos para ser dueños de su voluntad y de su pensamiento para ejercerlo en libertad y responsabilidad.

Recordar la intrínseca conexión entre libertad y responsabilidad me parece imprescindible en estos momentos en que muchos gobernantes pueden resultar indemnes de la responsabilidad derivada de sus decisiones y en el que muchos ciudadanos tampoco queremos asumirla en la parte que nos toca.

Noticias relacionadas

Si las conseguirán o no, sigue siendo incierto.Conclusión: voces que no pueden ser ignoradasLa guerra en Ucrania puede librarse a miles de kilómetros de Colombia, pero sus consecuencias se sienten en las sillas vacías de las mesas familiares, en las protestas frente a edificios oficiales y en la silenciosa desesperación de madres que esperan noticias que tal vez nunca lleguen.Estas familias colombianas no solo lloran a sus hijos: desafían a un sistema que trata la vida humana como desechable.

Las políticas migratorias de Trump afectaron directamente a miles de latinoamericanos. Pero su verdadero legado es más profundo: un proyecto que busca borrar décadas de diversidad en nombre de una identidad única. ¿Cómo llegó EE.UU. a esta batalla por su alma?

El 15 de agosto, la Iglesia celebra la Asunción de la Virgen María, misterio que no es solo un privilegio personal, sino un anticipo de lo que esperamos vivir todos los creyentes: la victoria de la vida sobre la muerte, de la gracia sobre el pecado, del amor sobre todo poder del mal.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto