El Partido Socialdemócrata alemán vive momentos de agitación. Si hace dos semanas era Thilo Sarrazin quien volvía a estar de actualidad por sus declaraciones contra los inmigrantes, en esta ocasión es Peer Steinbrück el que ha sobresaltado al partido y a sus votantes.

En una entrevista concedida a la radio pública del Estado de Hessen, Steinbrück manifestó su intención de presentarse como candidato socialdemócrata a la cancillería en las elecciones de 2013. Steinbrück, diputado federal y antiguo ministro de Finanzas, afirmó que “está llegando el momento en el cual me tendré que sentar con dos o tres líderes del SPD para llegar a un acuerdo” sobre la candidatura. El exministro añadió que “cuando uno se decide para ser candidato, tiene que hacerlo con todas sus fuerzas y dar más del cien por cien”.

Estas declaraciones han provocado cierta división en algunos sectores del partido. Mientras Frank-Walter Steinmeier, portavoz socialdemócrata en el Bundestag, ha manifestado su voluntad de “reunirse para hacer una propuesta” para la candidatura, la secretaria general Andrea Nahles criticó la precipitación de Steinbrück: “La auto-proclamación está pasada de moda en un partido moderno como el SPD”, ha dicho. Por otra parte Sigmar Gabriel, presidente del partido, ha salido al paso y dando un golpe de autoridad ha declarado que “el candidato lo propongo yo”.

Se barajan cuatro nombres
El semanario Der Spiegel da un paso adelante y se atreve a pasar revista a cuatro hombres que, a su juicio, serán los que se disputen la candidatura del SPD para las federales de 2013. Der Spiegel pone sobre la mesa los nombres de Peer Steinbrück, Sigmar Gabriel, Frank-Walter Steinmeier y Klaus Wowereit.

Steinbrück y Steinmeier, ya mencionados, son dos pesos pesados del partido que han formado parte de varios gobiernos. Steinmeier cuenta con la desventaja de haber perdido las últimas elecciones, en 2009, frente a Angela Merkel. Gabriel, actual presidente del SPD y también exministro, es otro hombre importante. Por último, Wowereit, alcalde de Berlín desde 2001, es uno de los valores en alza de los socialdemócratas desde hace años, aunque nunca ha dado el salto a la política nacional.