La noticia recorre los pasillos del Parlamento. Sin embargo, la indignación se encuentra entre los ciudadanos belgas, quienes se preguntan cuan altas pueden ser las aspiraciones monetarias de unos funcionarios que pueden llegar a tener unos ingresos anuales de 217.000 euros.

Gina Gulberti / Corresponsal en Bruselas

El periódico británico "Sunday Times" destapaba el domingo pasado esta trama que coloca en el punto de mira a tres exministros: los de Exteriores rumano Adrian Severin y esloveno Zoran Thaler y al austríaco del Interior Enrst Strasser.

La portavoz del PE afirmaba ayer ante un cúmulo de periodistas, que "dependiendo del resultado de las pesquisas, la Eurocámara no dudará en tomar medidas rápidamente".

Las preguntas sobre el tema han recorrido cada una de las conferencias y comparecencias programadas entre ayer y hoy en el PE. Y es que se trata de lo que el propio "Sunday Times" ha calificado como "el mayor escándalo en los 53 años de existencia de esta institución".

Pese a las críticas, tan solo el ex ministro austriaco, Enrst Strasser, y el socialista esloveno, Zoran Thaler han dimitido como eurodiputados.

En las últimas semanas, periodistas del periódico británico se hicieron pasar por miembros de los partidos y negociaron importantes cantidades de dinero con tres eurodiputados, a cambio de presionar para diluir el contenido de la directiva comunitaria con la que se quiere dar una mayor protección a los ciudadanos afectados por eventuales colapsos bancarios.

Imágenes, filmaciones y correos electrónicos constatan que los tres exministros negociaron sus servicios políticos a cambio de unos 100.000 euros anuales en concepto de comisiones.

Parece que los alborotos políticos no cesan en el Parlamento Europeo. La semana pasada el periódico El Mundo destapaba también, las malas prácticas de algunos eurodiputados que acudían a fichar a la oficina, e inmediatamente después marchaban hacia el aeropuerto en dirección a sus países. De este modo, recibían los más de 300 euros que corresponden a un viernes laborable.

Lo que para algunos supone un enturbiamiento de los valores y principios de una institución cuyo origen reside en defender los derechos de los ciudadanos europeos, para otros, estos hechos pasan desapercibidos en su rutina parlamentaria, ajena a todo, excepto a la percepción del salario el día 15 de cada mes...