Hacía tiempo que un palmarés no estaba tan claro como el que salió triunfante en la última edición de los Globos de Oro, que se celebró el pasado domingo. Como comentaba hace poco, la cosecha cinematográfica de 2010 ha sido poco menos que desastrosa, por lo que la lista de películas susceptibles de ser premiadas era muy reducida (una buena prueba de ello es que entre las nominadas podían verse cintas tan mediocres como “The tourist” o “Burlesque”). Nadie dudaba de que la aclamada “La red social” saldría victoriosa en la mayoría de candidaturas a las que optaba (película, director, guión, banda sonora). Creo que en esta columna ya he destacado suficientes veces las bondades de este filme, con lo que podréis imaginar que estoy bastante conforme con ese merecido triunfo. De igual forma, todas las quinielas daban como vencedores en los apartados de mejor actor y actriz a Colin Firth y Natalie Portman por sus trabajos en “El discurso del rey” y “Cisne negro”, respectivamente.

Me atrevería a decir que esta misma alineación se repetirá casi con toda seguridad en la gala de los Óscar. Si acaso, no tengo tan claro que la Academia vaya a premiar también la música de Trent Reznor y Atticus Ross para “La red social”, ya que, aunque es brillante y se lo merece, tal vez sea demasiado transgresora para su gusto conservador. Sea como sea, a título personal, la imagen de ver al líder de Nine Inch Nails recogiendo un Óscar sería impagable, así que espero que se lo lleve. Para premios asegurados, el de “Toy Story 3” como “mejor película de animación”. Como era lógico, se ha llevado el Globo de Oro, y me temo que en los Óscar no va a ser necesario ni que lean la tarjeta.

Si bien esta ceremonia no pasará a la historia por su imprevisibilidad a la hora de repartir los galardones, es probable que sí lo haga por la polémica levantada por su presentador, Ricky Gervais, cuyos hilarantes comentarios escandalizaron a más de uno. En mi opinión, la intervención del cómico británico fue divertidísima y, desde luego, no creo que fuera tan incendiaria como algunos afirman. Lo que sí es cierto es que el contexto no era el más adecuado. Las estrellas de Hollywood, tan correctas y tan acostumbradas a que les den palmaditas en la espalda y les digan lo buenas y maravillosas que son, no estaban preparadas para que un tipo les apuntara con su humor ácido y les abofeteara en la cara con algunas dolorosas verdades, y mucho menos en una celebración de este tipo. De todos modos, en ese preciso instante no pareció que hubiese demasiadas personas ofendidas, ya que la mayoría se reía bien a gusto (bastaba con ver las caras de regocijo de Robert De Niro o Alec Baldwin para comprobarlo). Si los organizadores no querían salidas de tono, no haber contratado a Gervais, cuyo humor, de normal, suele ser mucho más hiriente de lo que se vio en esta gala.

Dejando a un lado a Hollywood y los Globos de Oro, este lunes se entregaron en España otros galardones cinematográficos con resultados mucho menos predecibles. Por una parte, los premios José María Forqué, que otorga la entidad EGEDA, dieron como vencedora, contra todo pronóstico, a “Buried” de Rodrigo Cortés. Al mismo tiempo, en los premios Gaudí, entregados por la Academia del Cine Catalán, triunfó “Pa negre” de Agustí Villaronga. Si se supone que esto nos debería dar una pista de por dónde irán los tiros en los Goya, todo parece indicar que nos llevaremos una sorpresa. En cualquier caso, este giro de los acontecimientos ha provocado que mis ganas de ver la gala del próximo 13 de febrero hayan aumentado de forma considerable.

Ahora mismo ya no tengo tan claro quién podría salir victorioso en la noche más importante del cine español, así que sólo nos queda esperar para salir de dudas. En cuanto a los premios de la Academia de Hollywood, aun sin haber anunciado a los nominados, ya tengo la impresión de que están dados. Veremos si son capaces de darnos una sorpresa de última hora, aunque, tal y como está el panorama, lo veo complicado.