El levantamiento de la ciudad de San Salvador del 5 de noviembre de 1811 fue uno de los tantos que se dieron en Hispanoamérica después que los franceses empezaron a ocupar España en 1808. En 1809 el 25 de mayo en Chuquisaca (hoy Sucre), el 16 de julio en La Paz y el 10 de Agosto en Quito las juntas locales declararon su autonomía. Pese a que todos estos movimientos son hoy celebrados como los primeros hitos de la independencia que marcan las celebraciones de los bicentenarios hispanoamericanos, lo cierto es que todos ellos no se plantearon inicialmente la ruptura con la monarquía española sino el poder defender con ciertos derechos propios a su rey frente a Napoleón.
Tampoco estas sublevaciones marcan la creación de América Latina pues la primera república americana de habla latina (Haití) se independizó en 1804 y entonces todos hablaban de ser ‘españoles americanos’. El concepto de América Latina aparecería medio siglo después tras que el nuevo imperio francés buscase anexarse México aduciendo derechos sobre la América que hablaba una lengua latina.
La rebelión de San Salvador se extendió a otras ciudades cercanas pero al final terminó transando dentro de la capitanía de Guatemala, como así entonces se denominaba a la mayor parte del istmo centroamericano.
Sin embargo, dicho alzamiento, así como los que se dieron ese mismo año en Venezuela, Bogotá, Buenos Aires, México y Nicaragua, mostró el deseo de los criollos a tener sus propias juntas autónomas dentro del imperio español, proceso que a la postre derivaría en la creación de las primeras repúblicas hispanoamericanas algunos años después.