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El Villarreal se “entrena” ante el Dnepr bielorruso (5-0) | ||||||||||
| Cuatro goles en la primera mitad sentenciaron la eliminatoria | ||||||||||
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El Submarino avasalla a su primer rival en competición europea y presenta su candidatura para llevarse la Europa League frente un equipo muy inferior. El Dnepr Mogilev no llega a estar en ningún momento a la altura del encuentro, contabilizando tan sólo dos disparos peligrosos. El arquero bielorruso detiene lo que podría haber sido una humillada aún mayor
Prácticamente en balde ha sido el longevo viaje que se han marcado estos humildes chicos, militantes del Dnepr de Mogilev. Todos los pretextos apuntaban a su buen estado por llevar 21 jornadas disputadas en la Premier League bielorrusa, pero lo cierto es que no han conseguido ser más que títeres en las manos de un conjunto español que muy tempranamente acabó con cualquier ilusión en su peculiar travesía europea. Apenas tuvieron tiempo de saborearla. Antes del 10, Borja asistía de saque de esquina al zaguero internacional Marchena para que contabilizara su primer tanto como ‘groguet’. Sus dos nuevos fichajes se hacían de querer. Cazorla levantaba a los cuatro gatos de El Madrigal con un chut raso desde la medialuna del área manifestando el 2-0 tan solo seis minutos más tarde. El diletante conjunto bielorruso alimentaba minuto a minuto la boca de un lobo amarillo que empezaba a salivar de gula. Y es que el recital era constante. Cani, Cazorla, Borja… Los disparos (me atrevería a decir incluso desinteresados) hacían mella en el virulento juego que corrompía cualquier aspiración del Dnepr de remontada. Porque el balón corría entre los pies de los locales como el aceite y las jugadas trenzadas empezaban a parecer de entrenamiento ante los pasibles conos azules que se habían convertido los defensores visitantes. El Villarreal sentencia en la primera parte El tercero llegó lentamente, como quien espera ver amanecer o, en el caso de los bielorrusos, anochecer. Cazorla para Cani, Cani para Borja y a placer. Diez minutos lo separaron del cuarto. Esta vez sería Cani el encargado en jugada similar. 4-0. Y todavía no había terminado el primer acto. Kapantsow a duras penas se distinguía de entre los benjamines que corrían por detrás de su portería recogiendo los balones lanzados a portería. Tampoco meter ninguna objeción ante el guardameta del Dnepr, que ya había hecho mucho despejando lo que podría haber sido un 6 o 7 a 0 en la primera mitad. Su ira se derretía en salir del área, difundiéndose entre el boscoso juego cerrado y desordenado que estaban practicando sus compañeros. El 4-4-2 del comienzo ahora no era más que un garabato infantil repleto de impotencia y de frustración que carcomía a los hombres de Andrei Skorobogato. Lo que todos los expertos vaticinaban como un conjunto peligroso ante el Submarino por su rodaje en la liga nacional, la cual ya ha rebasado el ecuador, se convirtió en el talón de Aquiles de los bielorrusos que, a medida se agotaban los minutos, languidecían bajo la presión del clima mediterráneo en una noche para olvidar. Resumiendo, los asistentes atisbamos desmemoriadamente un par de disparos con cierta intención al arco procedentes de Yurchenko, máximo referente ofensivo del conjunto vestido de azulón. Un aburrido Diego López y la mala puntería en un libre directo transformarían sendas acometidas en simples anécdotas. El último gol de Nilmar ni siquiera levanto preocupación alguna entre las filas del Dnepr. Sí lo hizo entre los aficionados locales por su majestuosidad. Un balón propulsado desde fuera del área y ajustado a la escuadra siempre arranca un “oohhh” como ademán del que bien sabe degustar un tanto de tal belleza. Una vuelta sin presión Cabalas con aires de ambición ya empiezan a rezumbar en el entorno amarillo, que se ve como candidato para luchar por la Europa League, residente en estos momentos en el museo del Vicente Calderón. Muchos incluso pronostican la sensatez de Garrido a la hora de hacer frente el partido retorno el próximo jueves en las gélidas tierras bielorrusas, apuntando un once inicial menos poderoso. Sea como fuere, lo cierto es que el Submarino Amarillo encarrila de buena forma su pase inminente a la siguiente ronda.
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