Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cartas al director

La pérdida del pudor

J. Martínez, Girona
Lectores
viernes, 13 de enero de 2017, 20:29 h (CET)
El pudor es la virtud que nos ayuda a preservar nuestra intimidad, conservándola a cubierto de extraños. La carencia de pudor significaría que la persona no mantiene la posesión de la propia intimidad, lo que, a su vez, le impide entregarla a la persona adecuada.

En esa situación el hombre tiene una existencia banal, en la que el aparentar prevalece sobre el ser. Es la forma más impersonal de vivir, ya que en ella la máscara oculta a la persona. Es una vida periférica, sin ninguna resonancia profunda.

En épocas pasadas la sociedad percibía que en cuestión de nuevas costumbres había un límite. Ahora, en cambio, ese límite se está borrando, debido a que la moda impone el impudor, Por ejemplo, casi nadie se avergüenza de llevar una extensa parte del cuerpo al descubierto. Se ignora que la desnudez no es natural; sólo los animales prescinden de vestimenta, mientras que hasta los hombres más primitivos se han cubierto de alguna forma. El pudor es un sentimiento de recato y de vergüenza, especialmente en lo que se refiere a la esfera sexual.

Actualmente hay un tipo de supuesta educación sexual que explica a los niños qué en el tema del sexo no hay nada de qué avergonzarse. Por eso les enseñan a no ruborizarse ante escenas más propias de un burdel que de una escuela.

Eliminada la disposición para sentir vergüenza, no es posible el amor romántico y de entrega; sólo cabe “ligar”. Últimamente se está presentando el “ligue” a los adolescentes como un necesario “rito de paso” hacia la madurez. Está claro que sus inspiradores también han conseguido no tener vergüenza. Nos queda una esperanza: la probada resiliencia del pudor.

Noticias relacionadas

Previsto el fin de año, como corresponde, para proseguir con los balances sobre nuestros contenciosos y diferendos diplomáticos, una incidencia sobre el diferendo de Perejil, una serie televisiva española, y otra sobre el contencioso del Sáhara, la contabilidad en incremento favorable a las tesis marroquíes, acaecidas ambas en este verano del 25, parecen aconsejar algunas puntualizaciones al respecto.

Los recientes disturbios en Torre Pacheco no son un fenómeno aislado, ni una consecuencia directa del islam, como algunos titulares buscan sugerir. Lo que ha estallado —como en otras periferias silenciosas— es el hartazgo de un abandono que lleva años cocinándose. Arde la exclusión, no la religión. Lo que se quema es la desidia institucional, la fractura social y el vacío espiritual.

Los cuentos, las parábolas, suelen hablar en forma metafórica. Pero eso incluso los hace más atractivos como para poder ponerlos de ejemplo en ciertas ocasiones. '¿Avisarías a los personajes de tu sueño?' es el título de una parábola oriental que nos invita a cultivar conciencia sin caer en el drama constante de los medios, los conflictos o los sufrimientos ajenos que, aunque reales, no se pueden transformar desde la ansiedad o el juicio.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto