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El periplo massaliota

Los viajes de Pedro Sánchez por España
Manuel Villegas
miércoles, 28 de diciembre de 2016, 00:14 h (CET)
La actual Marsella era en la antigüedad una colonia griega llamada Massalia. Como todas las que se fundaron con la salida de sus habitantes de las distintas metrópolis helenas, se dedicaban al comercio. Buena prueba de ello la tenemos en España con los diferentes asentamientos que estos colonizadores mercantiles fundaron en nuestra Patria.

Estos helénicos, como buenos comerciantes recorrieron todo el mar Mediterráneo y llegaron hasta las islas casitérides, ya en el Atlántico, o islas del estaño, del griego Κασσίτερος (Kassiteros), tan necesario para, junto con el cobre, fabricar el bronce.

A fin de poder desplazarse sin miedo a desorientarse por un mar desconocido para ellos, con el tiempo, y según fueron explorando las distintas rutas, llegaron a confeccionar una especie de manual que servía a estos comerciantes para llegar a las anheladas islas productoras de estaño y también plomo, partiendo desde Marsella, llegando a Cádiz y desde ahí arribar a las islas productoras del preciado metal. Fueron varias las calificadas con este nombre, pero parece ser que también se identifican con las Islas británicas. Este manual recibió el nombre de Periplo massaliota y fue confeccionado allá por el siglo VI a. C.

Pedro Sánchez, desde que fue defenestrado de su puesto privilegiado de Secretario general del PSOE, publicó a los cuatro vientos que emprendería un viaje semejante, no para llegas a las Casitérides a buscar estaño o plomo, y que su periplo lo realizaría por toda España para visitar cada uno de los centros socialistas en la búsqueda de votos que le permitiesen volver a ser elegido nuevamente Secretario general.

Este “recorrido de España” prometido, sólo ha durado veinticuatro horas. Corto periplo, vuelo de alas de pingüino.

¿Por qué habrá desistido de su tan cacareada intención? ¿Se habrá dado cuenta de que no son tantos como él esperaba los que le prestarán su apoyo?

¿Será que se ha quedado sin dinero después de tanto desplazamiento por los Estados Unidos?

Lo cierto es que ha cambiado su tan pregonada gira por una página web que sale más barata y, aunque se exponga a los chascarrillos y rechiflas como está sucediendo, no da la cara físicamente y evita pesar la vergüenza de que nadie asista a sus convocatorias, cosa que él habrá sopesado meditadamente y por ello ha desistido de realizar su periplo.

¡Ojala un rayo lo derribe de su caballo de egolatría y tenga la suficiente no humildad, sino capacidad cognitiva para reconocer que el PSOE ya lo tiene amortizado y no es más que un cadáver político que sólo estorba al Partido!

Eso sería lo más sensato por su parte y, al igual que Zapatero dijo que se dedicaría a contar nubes, que éste se ocupe en repasar sus continuos fracasos, bien demostrados en las elecciones, que han colocado al PSOE al borde de la atomización, de la que, como consecuencia inmediata podrá venir su desaparición o que se quede en un partido testimonial sin el apoyo suficiente para volver a ser como antaño, porque España, los españoles, necesitamos un partido socialdemócrata que sirva de contrapeso al centro derecha, es decir al PP, para que éste no campe a sus anchas.

Por ahora éste no ha tenido más remedio de pasar por las horcas caudinas de gobernar con apoyo de otros partidos, pero, si se fortalece, y en las próximas elecciones obtiene mayoría absoluta, volverá a cometer los mismos desmanes llevados a cabo, mientras la ha tenido, cosa que sólo redundará en perjuicio de los ciudadanos aunque la macro economía marche con remos y velas.

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Vivimos un tiempo en el que la inteligencia artificial (IA) avanza a un ritmo vertiginoso. Cada nueva versión sorprende por su capacidad de procesar datos, imitar el lenguaje e incluso acercarse a formas de expresión que parecían, hasta hace poco, exclusivamente humanas. Sin embargo, la cuestión de fondo no es tanto preguntarnos hasta dónde llegará la IA, sino dónde quedamos nosotros como seres humanos.

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