Parece que en El Salvador han encontrado la manera de acabar con la delincuencia. Ciertos cortes de pelo ya no son admitidos en las escuelas. Los peinados tomahawk y el bacinilla desaparecieron de las aulas. Hay peinados delincuentes. Y hay peinados inocentes. Hay pelos homologados. Y hay pelos descatalogados. Hay peinados que predisponen a los actos vandálicos. Y hay peinados que te hacen ayudar a subir las cuestas a todos los ancianos que ves a tu paso. Es cosa de pelos. Siempre que veas un peinado que se sale de la norma, esa persona es conflictiva. Y el bien peinadito es el ayudante de Papá Noël y sus juguetes. Esto ocurre por lo menos en El Salvador. No sé en Guatemala. Yo no sería admitido en la escuela en El Salvador. Recuerdo de muy pequeño cuando alguien decía que niños y niñas se hacían la raya al revés. Los hombres a la izquierda para demostrar fuerza e inteligencia. Las mujeres a la derecha para demostrar cariño. Todos los países tienen un pasado. Y un peinado.
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