Con la llegada de agosto, muchas empresas en España adoptan horarios intensivos y fomentan el teletrabajo como fórmula para favorecer la conciliación familiar y personal. Sin embargo, esta tendencia también conlleva un cambio en los hábitos energéticos del hogar: aumenta el uso de ordenadores, monitores, routers, impresoras, iluminación y sistemas de climatización, especialmente en las horas centrales del día, cuando la radiación solar y, por tanto, la producción fotovoltaica, alcanza su máximo.

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el consumo eléctrico doméstico puede incrementarse hasta un 25% durante los periodos prolongados de teletrabajo, especialmente en los meses de calor. Esto se traduce en un aumento medio de entre 20 y 40 euros mensuales por hogar, dependiendo de los hábitos y del tipo de tarifa contratada.
Aunque el trabajo desde casa mejora la calidad de vida de los empleados, puede generar un aumento inesperado en la factura de la luz. Según Chippio, primera comercializadora energética basada en inteligencia artificial en España, “la clave está en gestionar de forma más inteligente los recursos energéticos del hogar para que la eficiencia no esté reñida con la comodidad”.
Gadgets y rutinas que más energía consumen
El teletrabajo requiere una infraestructura mínima que, acumulada, puede tener un impacto notable en el consumo eléctrico. Algunos de los principales “culpables” son:
Equipos informáticos (ordenador, monitor, impresora) Sistemas de refrigeración (ventiladores, aires acondicionados) Iluminación artificial en horarios de día Carga de dispositivos móviles y accesorios
“Muchos usuarios desconocen que dejar un portátil enchufado todo el día o mantener el aire a menos de 22 °C puede suponer una diferencia sustancial en su factura”, apunta Pol Brau, Business Manager de Chippio. “La buena noticia es que la IA nos permite automatizar decisiones, identificar hábitos ineficientes y proponer mejoras en tiempo real”.
A escala nacional, este sobrecoste puede tener un impacto significativo: con más de 4 millones de personas teletrabajando de forma habitual en España, según el INE, el aumento del consumo eléctrico en verano derivado del trabajo en casa podría superar los 150 millones de euros, si no se adoptan medidas correctivas.
Consejos inteligentes para un teletrabajo eficiente (y sostenible)
Optimiza con asistentes virtuales: soluciones como Emilia, la copiloto energética de Chippio, permiten recibir recomendaciones personalizadas, alertas de consumo y consejos para mejorar el uso de energía durante la jornada laboral.
Programa con IA tus dispositivos: aprovechar herramientas que planifican el funcionamiento de electrodomésticos o ajustan la climatización según el precio horario de la electricidad puede marcar la diferencia. Por ejemplo, programar el aire acondicionado para que se apague automáticamente durante videollamadas o tiempos de descanso.
Controla la iluminación natural: abrir persianas y ubicar el espacio de trabajo cerca de ventanas reduce la necesidad de iluminación artificial. Además, usar bombillas LED inteligentes ayuda a adaptar la intensidad de luz a cada momento del día.
Apaga lo que no usas: aunque parezca evidente, muchos equipos quedan en modo “stand-by” sin necesidad. La IA puede detectar estos consumos residuales y alertar al usuario para desconectarlos.
Carga en el mejor momento: recargar los dispositivos electrónicos durante las horas valle, por ejemplo por la noche, es otra medida que puede hacer que la factura no aumente en exceso.
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