El mar Mediterráneo, hogar de más del 10 % de la biodiversidad marina mundial, se enfrenta a un proceso acelerado de degradación ecológica. Informes recientes advierten que su temperatura está aumentando un 20% más rápido que la media global, en un contexto de alteraciones térmicas sostenidas, pérdida de oxígeno y desplazamiento de especies sensibles.

Este calentamiento está provocando la desaparición de hábitats esenciales, como las praderas submarinas o los arrecifes naturales, y favoreciendo procesos de acidificación, sobrepesca y expansión de especies invasoras. Además, más del 50% de las poblaciones de peces comerciales en la región están sobreexplotadas. La degradación del entorno marino amenaza la biodiversidad, pero también el equilibrio socioeconómico de las comunidades que dependen de él, desde la pesca artesanal hasta el turismo.
De la conservación a la regeneración activa
La comunidad internacional empieza a asumir que la conservación por sí sola ya no es suficiente. Es necesario regenerar activamente los ecosistemas degradados para preservar su función ecológica y garantizar su resiliencia ante el cambio climático.
Este enfoque conecta con una idea cada vez más presente en los foros internacionales: el desarrollo regenerativo. A diferencia del desarrollo sostenible, que busca reducir los impactos negativos, el desarrollo regenerativo se orienta a generar un impacto positivo neto sobre los ecosistemas, las comunidades y las economías. Para lograrlo, no basta con restaurar lo dañado: es necesario transformar activamente el estilo de vida humano, fomentar la educación ambiental desde edades tempranas y promover una nueva relación de inclusión entre las personas y la naturaleza, especialmente en los entornos marinos.
En este contexto, Underwater Gardens International (UGI), organización pionera en restauración marina, aporta un enfoque integral que combina soluciones regenerativas, ciencia aplicada, diseño ecológico, educación y biotecnología. Su labor va más allá de la instalación de estructuras marinas: desarrolla proyectos transformadores que conectan la regeneración ambiental con la transformación social, territorial y económica.
UGI trabaja con instituciones científicas, entidades públicas y comunidades locales para implementar estrategias adaptadas a cada ecosistema. Desde soluciones biotecnológicas como Reefhopper®, que permite diseñar intervenciones específicas y medibles, hasta Sea Gardens, proyectos territoriales que incrementan la biodiversidad, absorben carbono y fomentan la participación ciudadana, pasando por sus Parques Regenerativos, espacios educativos e inmersivos que promueven una nueva relación entre el ser humano y el mar.
“Lo que ocurre bajo el mar no es invisible, solo está fuera de foco. Regenerar el Mediterráneo es una tarea urgente que requiere innovación, colaboración y visión a largo plazo”, señala Marc García-Durán, CEO y fundador de UGI.
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