Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Carta al director

La intromisión del Estado en la vida cotidiana

Jesús D Martínez Madrid, Gerona
Lectores
miércoles, 25 de junio de 2025, 10:45 h (CET)

El ascenso que estamos viviendo de los diversos populismos –con su rostro mesiánico - entre otras razones, deriva del cansancio ante las injerencias de lo público en lo privado, tan continuas como poco eficientes. Ni la mano invisible de Adam Smith ni los planes quinquenales de Iosif Stalin lograron la felicidad plena del hombre nuevo. Tan utópico fue el liberalismo como el materialismo dialéctico. Sin embargo, la humanidad sedienta de esperanza suele plegarse ante quienes formulan grandes y atractivas promesas, aunque sean irreales.


Al final, los humanos somos así, nos contentamos con lo poco, con el bien posible, con el mal menor. Después de manifestar la repulsa, se acaba disculpando a quienes no cumplen lo prometido, como si no tuvieran culpa, porque nos consolamos pensando en mundos mejores. Pero todo tiene un límite: la piedra de toque está en el respeto al estado de derecho. De ahí mi neta oposición a los políticos de cualquier signo que critican a los jueces –en Estados Unidos o en Hungría; en Israel o en España-, a la vez que subvierten el ordenamiento y promulgan la parcialidad a su favor en el funcionamiento de la administración de justicia.

Noticias relacionadas

Sobre la piedad eucarística trata la Iglesia durante todo el año: es más, se conoce el dicho “la Iglesia vive de la Eucaristía”. Con motivo de la fiesta del Corpus, es precisamente en junio cuando se intensifica la devoción eucarística: o sea, la devoción a Cristo vivo y presente bajo las especies sacramentales de pan y de vino.

La vida media de una lavadora en tu piso puede ser de diez años. Tu horno debería durar unos quince años. Nueve años tu micro. Dos añitos tu secadora de pelo. Tres, tu afeitadora eléctrica. Y el sofá puede durar de siete a diez años. Dependiendo del uso que le des. Por ello, de vez en cuando hay cambiar cosas en casa.

Si el Señor me concediese esa gracia que no merezco, podría decir como el anciano Simeón, en el templo de Jerusalén, cuando llevaron al Niño Jesús para su presentación.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto