Analistas que revolucionaron el deporte: cuando las matemáticas cambiaron el juego

Durante muchísimo tiempo, el deporte se ha movido entre las emociones, el esfuerzo físico y el instinto. Sin embargo, todas las disciplinas han pasado en una época u otra por un momento de gran cambio, uno en el que los datos comenzaron a usarse como una herramienta mucho más potente que las corazonadas y la observación básica, en el que las pizarras de siempre comenzaron a venir acompañadas de hojas de cálculo y análisis estadísticas.

Sí, la estadística y el deporte es una relación que viene de mucho antes de lo que hace cualquier casa de apuestas reputada para calcular sus cuotas. Es una relación larga y que solo se va a afianzar, y que viene marcada por varios nombres que lograron hacer ver al mundo que sus deportes favoritos podían ser más espectaculares, que los equipos y deportistas podían dar mucho más, si se aprovechaba lo que decían los números. Aquí vamos a ver algunas de esas figuras: los analistas que revolucionaron el deporte.

Paul DePodesta y Billy Beane revolucionaron el béisbol

Billy Beane y Paul DePodesta decidieron que había que hacer algo para que los Oakland Athletics pasaran de ser un equipo de béisbol modesto a codearse cno los grandes. Con un presupuesto bastante limitado, pusieron en marcha un método matemático conocido como sabermetrics para poder construir el equipo más competitivo posible. El resultado es historia. Las victorias llegaron, el equipo subió y todo se plasmó en un libro llamado Moneyball y firmado por Michael Lewis. Aunque probablemente sea su película (Moneyball: rompiendo las reglas), protagonizada por Brad Pitt, la que más popularizó este caso.

Su enfoque fue tachado por muchos como una locura, pero los números no mienten. De hecho, sentaron cátedra e instauraron un sistema que a día de hoy es de lo más habitual tanto en este como en otros deportes: usar modelos estadísticos avanzados para analizar y valorar el rendimiento de los jugadores, optimizar la realización de fichajes y construir tácticas de juego más efectivas. Algo que, a día de hoy, es totalmente común.

Simon Gleave y el sistema Opta para el fútbol

Si miramos al deporte rey, uno de los nombres más rompedores en la relación entre el fútbol y las matemáticas es el de Simon Gleave. El jefe de análisis deportivo de Nielsen Gracenote fue uno de los responsables del sistema Opta, diseñado para recopilar y analizar datos de partidos de mucho más valor con los que tomar decisiones tanto dentro como fuera del campo.

Su propuesta sirvió para asentar un término muy conocido por los jugadores, el de los Expected Goals o xG, que sirve para saber la probabilidad de que un tiro a puerta se convierta en gol. Es algo que usan tanto las casas de apuestas como los equipos técnicos que recurren al análisis deportivo para mejorar sus estrategias. Y es que es uno de los términos que mejor mide si un equipo realmente está dominando un partido o si simplemente está teniendo suerte.

Dean Oliver, el "reinventor" de la NBA

En el baloncesto, la liga más famosa del mundo es la NBA, y una de las figuras más importantes a nivel histórico en esta competición esla de Dean Oliver. Este exjugador y analista es quien firma el libro "Basketball on Paper", una publicación en la que define los que considera que son los cuatro factores clave para determinar si un equipo va a ganar un partido o no: eficacia al tirar a canasta, rebotes ofensivos, tiros libres y pérdidas de balón.

Según su análisis, todo equipo que controle y pula estas estadísticas puede mejorar su rendimiento en la cancha considerablemente. De hecho, el propio Oliver trabajó con varios equipos para afinar su método y para ayudarles a crecer como nunca antes. A día de hoy, su trabajo sirve para que los entrenadores puedan hacer mejor el suyo. Y sí, también para que las casas de apuestas puedan ajustar sus cuotas con más precisión.

Hay otros nombres que también deben destacarse, como el de Nate Silver, que estableció el sistema PECOTA con el que integró el Machine Learning en el deporte para predecir el rendimiento de cualquier jugador con una precisión realmente sorprendente. Figuras como estas han demostrado que, aunque haya mucha pasión e instinto, tras el deporte también hay números, y que dominarlos puede servir para dominar el terreno de juego y todo lo que le rodea.

Todo esto ha llevado a una mayor tecnificación y especialización en el deporte, a deportistas mucho más preparados, equipos mucho más eficientes y aficionados también más exigentes. Ni el fútbol, ni el baloncesto, ni el béisbol, ni el tenis, ni cualquier otra disciplina deportiva es a día de hoy como era hace tan solo un par de décadas, y las matemáticas y estadistas y analistas como estos son los responsables del cambio.