A falta de su aprobación en el congreso, la reforma de la jornada laboral propuesta por el Ministerio de Trabajo, sigue suscitando controversia entre los sectores implicados: sindicatos, patronal y partidos políticos. El objetivo del gobierno es que este trámite se supere antes de la finalización de 2025, a pesar de que algunas fuerzas parlamentarias ya han anunciado su rechazo, así como la presentación de enmiendas a la totalidad.

La reducción de las 40 horas semanales obligatorias a 37.5, que reduciría el tiempo de trabajo en media hora diaria, es el punto más caliente, y se presenta en la Cámara Baja sin haber logrado consenso con los empresarios. Sin embargo, no es el único aspecto de interés. El proyecto de ley integra ostras cuestiones, que nos aclaran desde Le Morne Brabant Abogados.
La primera, y muy consultada, es si una jornada laboral reducida va a implicar un sueldo menor. La respuesta de Francisco Palomares es clara: no, en ningún momento se reducirán las nóminas si se trabaja 37.5 horas semanales. Para la patronal, esta realidad supondrá un perjuicio para los empresarios, mientras que desde UGT y CCOO se recuerda que no son pocos los convenios colectivos, estatales, algunos autonómicos, otros regionales, en los que ya se trabaja esas horas sin que esto haya supuesto un perjuicio significativo para el tejido empresarial.
¿De qué convenios estamos hablando?
Muchos convenios colectivos ya habían pactado jornadas laborales inferiores a las 40 horas semanales establecidas como máximo legal en el Estatuto de los Trabajadores. Esta reducción es común en sectores con fuerte organización sindical o donde se han negociado históricamente mejoras laborales. Algunos ejemplos notables incluyen:
Convenio Colectivo de la Banca y Cajas de ahorros Jornada anual: Aproximadamente 1.600 horas. Equivalente semanal: Unas 37 horas semanales (dependiendo de distribución).
Convenio Colectivo de Contact Center (telemarketing) Jornada máxima: 39 horas semanales.Algunas empresas pactan jornadas de 38 o incluso 37,5 horas.
Convenio Colectivo de Grandes Almacenes (El Corte Inglés, Carrefour, etc.) Jornada anual: 1.770 horas. Equivalente semanal: Alrededor de 38 horas.
Convenios del sector industrial (metal, química, automoción) Muchos pactan jornadas de 1.720 a 1.760 horas anuales, es decir, entre 37 y 38 horas semanales.
Sector Sanitario (convenios autonómicos y estatales) Por ejemplo, el personal estatutario del Sistema Nacional de Salud en algunas CCAA tiene pactadas jornadas de 35 horas.
¿Qué supone a nivel legal la modificación en horas de la jornada?
Unificar criterios en todo el territorio nacional afecta a los convenios colectivos, que tendrán que adaptarse a la norma, aunque sí podrían funcionar de manera independiente en el caso de que las horas a trabajar sean menos de 37.5 semanales. En muchos casos, se requerirá renegociar los convenios para establecer nuevas condiciones de trabajo, especialmente en lo relativo a turnos, descansos, horarios flexibles y horas extra.
¿En qué sectores impactará más, de salir adelante, la reducción de las horas semanales de trabajo?
El impacto será muy alto en agricultura y hostelería, por sus dinámicas, sujetas a necesidades de producción y climatología en el primer caso, y por temporalidad y demanda en el segundo. También se verán afectados, reconoce el abogado, aunque en menor medida, la construcción, el comercio y el sector servicios.
¿Cambiará en algo la obligatoriedad de fichar en el registro horario digital de las empresas?
La intención del Ministerio de Trabajo es reforzar la importancia de este sistema, ya implementado, y ha anunciado que reforzará la fiscalización y sancionará con más dureza a las empresas que incumplan la jornada legal o no lleven un registro correcto. La cuantía de las multas pueden ascender hasta los 10.000. euros por trabajador. Además, la empresa deberá conservar esos registros, explican desde Le Morne, durante cuatro años y se elimina la posibilidad de llevar el registro horario en papel o mediante métodos no homologados.
El derecho a la desconexión digital del trabajador forma parte también del contenido de la reforma, y, aunque ya existe desde 2018, se persigue su eficacia. Así, se podrá investigar mediante la Inspección de Trabajo y se prevé que la ley incorpore sanciones más severas si se incumple. Las empresas tendrán que establecer de forma clara protocolos y políticas internas sobre cómo se garantiza la desconexión e incluir en ellos normas sobre el uso de móviles, correo y herramientas de mensajería fuera del horario de trabajo.
En definitiva, se trata de medidas que buscan homogeneizar sectorial y geográficamente hablando el horario de trabajo, así como reforzar la vigilancia en asuntos de control como el registro horario y la desconexión digital. Sin fecha aún para debatirse en el congreso, el ejecutivo busca los acuerdos necesarios para sacarlo adelante.
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