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El veterano Giovanni Battista Re, el decano del Colegio Cardenalicio, insistía, unos días antes de la elección, en la petición a Dios de que sea elegido el papa que la Iglesia y la humanidad necesitan “en este momento tan difícil y complejo de la historia”. Un papa que acreciente la comunión de todos los cristianos con Cristo y dentro de la Iglesia, una unidad que no significa uniformidad. Un papa que haga pedagogía de la verdad del Evangelio, que denuncie las injusticias y que “sepa despertar las conciencias de todos y las fuerzas morales y espirituales en la sociedad actual, caracterizada por un gran progreso tecnológico que tiende a olvidarse de Dios”. Un papa que acerque a todos la voz y el rostro de Cristo. El papa que necesita nuestro tiempo. Tengo toda la impresión que, Dios Nuestro Señor, con la elección de León XIV, ha atendido totalmente a la petición del decano.
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