España honró esta semana, tras dejarlos cuarenta años relegados en el olvido, a unas cien familias que fueron víctimas de atentados por parte del Frente Polisario, grupo separatista que pretende disputar a Marruecos sus provincias sureñas, aunque no logre convencer de la viabilidad de su proyecto separatista a la comunidad internacional.
El acto se realizó en la Delegación del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria, donde representantes del Ministerio del Interior entregaron las condecoraciones, encomiendas y grandes cruces a los afectados por diferentes actos terroristas.
Estas víctimas españolas sufrieron cuarenta años "en el olvido y abandonados a su suerte", según denunció la presidenta de la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite), Lucía Jiménez. Según la presidenta, todavía falta que las mismas autoridades canarias hagan un gesto similar.
Durante décadas, las autoridades españolas intentaron eludir la responsabilidad que estas víctimas representaban, con notoria falta de lealtad y nobleza. Basta hacer un poco de memoria.
El 24 de Septiembre de 1985 el presidente del gobierno español Felipe Gonzalez partía rumbo a México y New York, cuando fue abordado por la prensa española con respecto a uno de esos graves incidentes. “Espero que la liberación de los pescadores se produzca hoy o mañana, pero hasta que no se resuelva el problema humano no voy a hacer ningún tipo de manifestación de otra naturaleza”, señalaba en alusión al ataque sufrido por el pesquero “Junquito”, cobardemente agredido por el Frente Polisario en aguas marroquíes, pocos días antes.
Guillermo Batista Figueroa, de 63 años, casado y con tres hijos, era contramaestre de El junquito, y fue la mortal víctima del ametrallamiento. La embarcación pacífica quedó varada en el lugar del suceso, y en su casco se apreciaban cuatro orificios por encima de la línea de flotación. Estos Impactos habían sido originados desde tierra, "de forma instantánea", por una ametralladora de 12,7 milímetros y por unas granadas anticarro.
Los seis tripulantes sobrevivientes de la embarcación fueron secuestrados, y una profunda consternación embargó los espíritus de los españoles que seguían los hechos por la prensa.
Pero la sed de sangre del Polisario todavía no se había aplacado con la de Batista.
El 21 de septiembre de 1985 mientras buscaba al pesquero "Junquito", el patrullero español Tagomago P22 recibió 48 impactos de entre 12,7 y 106 mm desde costa, lamentando la pérdida del Cabo Segundo José Manuel Castro Rodríguez. Las bajas hubieran sido más numerosas, de no ser por la notable labor del Alférez Médico D. Antonio José Acosta Martínez, quien salvó la vida de varios heridos. La nave, que transportaba 28 hombres, debió alejarse del lugar.
Ambos navíos españoles, el Junquito y el Tagomago, fueron atacados a 1,5 millas de la costa sahariana, en una zona marítima cercana a la frontera entre el antiguo Sáhara español y Mauritania, donde existìa la ventana de seguridad (zona de guerra) más alejada al sur del territorio del Sáhara occidental administrado por Marruecos.
El Frente Polisario jamás negó los ataques, e incluso llamó a la redacción del diario El País de España para reivindicarlos. Era el agradecimiento que recibía Madrid pocos meses después de haber votado, en las Naciones Unidas, una resolución favorable al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.
Como derivación de los graves hechos Ahmed Bujari, representante del Frente Polisario para Europa, fue detenido el 2 de Octubre de 1985 por la policía española y luego conducido al aeropuerto de Madrid-Barajas, desde donde fue expulsado de España.
Pero los incidentes del Junquito y el Tagomago distan mucho de haber sido los únicos.
El 29 de noviembre de 1978, activistas saharauis asaltaron el Cruz del Mar y asesinaron a siete de sus 10 tripulantes. Los otros tres lograron salvar la vida arrojándose al mar. El 3 de noviembre de 1980, el pesquero grancanario Mencey de Abona desapareció a escasas millas de las costas del Sahara. Un mes más tarde el cadáver de Domingo Quintana, uno de los 17 tripulantes del barco, apareció flotando en el mar, atado de pies y manos y con signos evidentes de haber sido brutalmente golpeado y estrangulado antes de ser arrojado por la borda. Los cuerpos de sus 16 compañeros jamás fueron recuperados.
El 10 de enero de 1976 dos potentes bombas colocadas por los saharauis hicieron explosión junto a la cinta transportadora de fosfatos al paso de un convoy civil que se dirigía a El Aaiún. El conductor de uno de los vehículos, Raimundo Peñalver, falleció en el acto, y otros tres trabajadores españoles -entre ellos Francisco Jiménez, el padre de Lucía- resultaron gravemente heridos.
La explosión dejó ciego y sordo a Francisco, que falleció en 2006, un año antes de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero reconociera, demasiado tarde, su condición de víctima del terrorismo. Numerosos españoles asesinados, heridos o secuestrados por el Frente Polisario, pese a haber ganado demandas judiciales, aún aguardan reparación moral e indemnización económica.
Aunque por estas fechas se cumplieron ya casi tres décadas desde los incidentes del Junquito y el Tagomago, el Frente Polisario, con la ayuda económica de Argelia (que pretende una salida al Atlántico), sigue amenazando con violencia e insistiendo en crear un Estado independiente. Sobre el mismo, analistas internacionales ponen de manifiesto que estaría abocado, sin remedio, a convertirse en un Estado fallido que comprometería la estabilidad en toda la región.
Lo peor de todo fue la frágil memoria de España, que relegó al olvido estos desmanes para seguir inspirando y sufragando activistas de ONG que lucran con la “causa” del Sahara Occidental.
Desde la muerte, las víctimas de esta absurda violencia irracional, surgida de un conflicto sin pista de aterrizaje creado por la dictadura argelina, montan guardia y esperan.
Comentarios
Fernando
10/nov/16 11:06 h.
Solo escribes basura, en primer lugar los ataques a los pesqueros españoles fueron organizados por los servicios secretos marroquíes con el fin de que el gobierno español cerrase La Oficina diplomática que el frente Polisario mantenía en Madrid y en segundo lugar los responsables de esas muertes en el mar son los armadores de los barcos que obligaban a faenar a los pescadores en zona de guerra,en cuanto a los muertos en la cinta transportadora de fosfatos los únicos culpables son los trabajadores que a cambio de muy buenos sueldos se jugaban la vida en zonas de combate.
Ángel Aramburu
09/nov/16 22:48 h.
Viniendo de un mercenario como Luis agüero wagner, sin comentarios. Luis vives de la mentira y el chantaje; a ti no te importan las víctimas españolas, e incluso te da igual que todos los españoles muramos o nos asesinen; todo esto lo haces para favorecer y defender tus amos de Rabat que te tienen a sus píes como a un chucho faldero. Si tanto te importa la vida de las personas, porqué no denuncias el atroz asesinato del pescador de Alhucemas que murió triturado por un camión de basura; porque no denuncias que tu amo y señor M6 liberó al pederasta español de origen iraquí, y porque no denuncias que tu amo y señor le pagó el abogado al cantante marroquí que había intentado violar a un francesa de 20 años en un hotel de París. O es que solo te importa tu soborno a modo de dádiva, no te importa más que eso. Ten un poco de sentido común y deja de arrastrarte como un parásito que la vida son dos días e intenta vivirlos con dignidad, a no ser que se hayan agotado tus reservas.
Law Dreyfusard
09/nov/16 01:26 h.
Luis Aguero Wagner, chercheur et journaliste paraguayen, a publié un livre intitulé « Sahara marroqui, mas alla del Sahara Occidental » (Sahara marocain au-delà du Sahara Occidental). Un ouvrage qui confirme, vérités historiques à l'appui, que le Sahara a toujours fait partie intégrante du Maroc.
« Aucune personne raisonnable ne peut mettre en doute les arguments historiques, politiques et géographiques présentés par le Maroc pour revendiquer sa souveraineté sur le Sahara », souligne le chercheur. Dans ses 128 pages, Wargner présente des cartes et documents historiques qui mettent l’accent sur « la souveraineté incontestable du Maroc sur son Sahara tout en mettant à nu les mensonges de l’Algérie et de sa créature le Polisario ».
« L’histoire la plus ancienne et véritable de la région du Sahara ne laisse aucun doute sur la légitimité de la revendication marocaine », affirme Wargner. En effet, le chercheur ne manque pas de rappeler que les liens unissant le Maroc et ses provinces sahariennes remontent à la dynastie Almoravide, soit le 11ème siècle. Sans oublier également que sous les Sâadiens (1554-1650), le Maroc dominait tout le Sahara ainsi que la boucle du Niger et qu’à cette époque à Gao et à Tombouctou, la prière du vendredi était élevée au nom du Sultan du Maroc.
Le livre rappelle également que la Cour Internationale de Justice avait jugé, le 16 octobre 1975, que « le Sahara n’a jamais été « Terra nullius » et qu’il y’avait des liens juridiques d’allégeance entre ce territoire de l’unité territoriale du Maroc qui nient l’existence de tels liens. »
Dans son ouvrage, le chercheur conclut par l’implication de l’Algérie qui est, selon lui, le principal acteur dans ce conflit et le premier soutien de la thèse séparatiste du « Polisario ».
Les contenus
Law Dreyfusard
09/nov/16 01:24 h.
Huma Abedin, asistente cercana a la candidata Hillary Clinton, se casó a mediados de 2010 con el entonces congresista de Nueva York Anthony Weiner, quien pronto se convertiría en centro de tragicómicos escándalos, relacionados con su afición de enviar vía internet selfies en paños menores.
Desafortunada en su matrimonio, Huma Abedin incluso tuvo que renunciar a su cargo oficial en el Departamento de Estado, debido a la seguidilla de estos hilarantes episodios. Reapareció, sin embargo, junto a Hillary en la presente campaña, convirtiéndose en la cabeza de turco predilecta de los antagonistas de la candidata.
Como el candidato republicano Donald Trump, quien aparece hace meses como perdedor de estas elecciones en las encuestas, centrara sus primeras embestidas contra Hillary Clinton recordando los escándalos de su marido con la ex becaria Mónica Lewinsky, no dudó en criticar también los escándalos de Huma Abedin.
Trayendo a escena las filtraciones de correos de Hillary, Trump “denunció” que el apoyo de Mohammed VI a Hillary Clinton estaba relacionado con donaciones a la Fundación Clinton, aunque la amistad entre el matrimonio Clinton y el Rey de Marruecos se remontan al menos al año 2002. Por aquel entonces, los Clinton asistieron a la misma boda real marroquí.
Lo cierto es que el Rey también apoyó la creación de la “Iniciativa Global Clinton”, y ofreció financiación a cualquier evento que desee realizar en Marruecos. En ese contexto, Huma Abedin informo en enero de 2015 que “El rey se ha comprometido a [proporcionar] aproximadamente unos 12 millones de dólares para la dotación y el apoyo de la reunión” planeada en mayo del año pasado, a John Podestá, ahora jefe de la campaña electoral de Clinton. La agenda no le permitiría asistir a la candidata, dado que la fecha coincidía con el inicio de su carrera hacia la Casa Blanca, pero la misma Hillary se empeñaba en llevar adelante la iniciativa del Rey Mohammed VI. Esta aparente incongruencia causó revuelo y preocupación entre sus colaboradores, de allí que existiera el intercambio de comunicaciones que Trump desempolvó.
En realidad, Hillary había acordado con su marido, el ex presidente Bill Clinton, que quien asistiría a la reunión en Marruecos sería él. Fue así que mientras Hillary hacía campaña en Nevada y California, el ex presidente Clinton viajó a Marruecos para el evento acompañado por su hija Chelsea.
Con una participación tan renombrada como la de un ex presidente, la cortesía del rey Mohammed estaba retribuida. Los asesores y colaboradores de Hillary, sin embargo, intercambiaron unas comunicaciones tensas debido a que la actual candidata y favorita no había expresado la posibilidad de que su marido sea quien asistiría a Marruecos para representarla.
Es decir, todo lo que señalan en sus comunicaciones Abedin, Podestá y demás, se basa en un hipotético viaje de la candidata que nunca se realizó. Las expresiones de nerviosismo que contienen son comprensibles dada la envergadura de los acontecimientos.
Lo que sí es una exageración hipócrita, es que el candidato Donald Trump pretenda soliviantar ánimos del electorado que ya tiene a su elegida, con mensajes de asesores que no manejaban toda la información de lo que por entonces sucedía.
Si desea escandalizarse por la forma en que una fundación, en este caso la Fundación Clinton, obtiene fondos y los utiliza, podría encontrar mucha tela que cortar entre las que envían dinero para oxigenar los delirios del Polisario en el Sahara Occidental. Basta con leer el informe al respecto de organismos relacionados con la Unión Europea, donde se describe la escandalosa malversación de la “ayuda humanitaria” a violentistas que mantienen en calidad de secuestrados a decenas de miles, en Tinduf. Y, que el mensaje que Trump cita esté firmado por la asistente de Clinton Huma Abedin, solo demuestra que todo se trata del manotazo de ahogado de alguien que al decir de la estrella de rock Bruce Springteen, con su sola presencia en este escenario ha avergonzado a los Estados Unidos ante el mundo.
Law Dreyfusard
09/nov/16 01:24 h.
Lejos de la suficiencia, arrogancia o soberbia, el Rey de Marruecos Mohammed VI ha mostrado un rostro democrático y dado gestos de gran humildad en su actual gira africana, atributo que a muchos de sus detractores que se dicen republicanos les falta.
Paralelamente, con esta gira africana, el rey marroquí ha reafirmado su apego a la identidad africana como indispensable para su total derecho a reintegrarse a la Unión Africana.
La gira africana de Mohammed VI incluye su reciente visita a Ruanda, en el marco de su gira por África Oriental. Con esta visita, se demuestra el excelente momento de las relaciones entre ambos estados africanos.
En Kigali, el Rey se entrevistó con el presidente Ruandés y juntos presidieron una ceremonia en la que ambos países firmaron diecinueve convenios y acuerdos bilaterales. La ministra ruandesa de Exteriores señaló que la presencia del Rey en su país marca una nueva era en las relaciones, en tanto el Ministro Nasser Bourita calificó el hito de la ilustre visita como “una nueva página”.
El Rey de Marruecos visitó el Memorial Genocidio de Kigali, testimonio de uno de los más crueles episodios en la historia de la humanidad, en el que en solo cuatro meses un millón de personas fueron asesinadas a machete. No se trataba de una “limpieza étnica” sino en una verdadera guerra entre clases.
Los bandos enfrentados, Hutu y Tutsi, no eran grupos diferenciados, las palabras solo significaban que los integrantes de un grupo poseían una cantidad de vacas diferente al otro. En el memorial visitado por Mohammed VI, se encuentran depositados los restos de doscientos cincuenta mil de las víctimas de ese conflicto. Fiel a su vocación pacifista y democrática, el Rey marroquí expresó su pesar por el sufrimiento humano ocasionado por tan desdichado enfrentamiento, y abogó porque tal incomprensión nunca más vuelva a empañar los corazones del fraterno país.
Los representantes del pueblo ruandés se congratularon de la voluntad de Marruecos de regresar a la Unión Africana, y expresaron su determinación a establecer una asociación fuerte entre ambos estados.
El jefe de estado ruandés alabó en sus discursos en liderazgo del Rey de Marruecos y elogió su papel en aras de la paz, estabilidad y el desarrollo de África. También se congratuló por la voluntad marroquí de volver al seno de la Unión Africana.
Entre los acuerdos más importantes logrados, se encuentra el lanzamiento de un programa agrícola conjunto y la firma de un memorándum para el desarrollo sostenible con la Fundación Mohammed VI.
La gira del Rey también incluirá Tanzania, uno de los países que tradicionalmente se ha alineado con el Frente Polisario, grupo separatista que antagoniza con Marruecos. Ruanda, entretanto, está dando muestras de variar de postura respecto al antiguo problema del Sahara, al igual que muchos otros países de la región.
No puede negarse que Marruecos es un país que puede aportar mucho a su continente, y pude constatarlo en persona durante un foro en Dakhla, en marzo pasado. La mayoría de los delegados de los países africanos participantes, informaban de importantes logros alcanzados en distintos ámbitos de su economía a través de la asistencia marroquí.
Si a esto le sumamos el aporte que realiza este país a la modernidad de la región, perfeccionando su democracia y estimulando la alternancia política, así como la tolerancia religioso, hay muy poco que pensar para tomar posición.
Law Dreyfusard
09/nov/16 01:23 h.
Los tanzanos dieron esta semana una calurosa bienvenida al rey Mohamed VI de Marruecos, adalid de la modernidad y la tolerancia religiosa en el Magreb.
Dar es Salam, la ciudad mas poblada de Tanzania, se vistió de gala para recibir la visita real marroquí, en cuyo honor fueron disparadas las veintiún salvas de artillería, además de organizarse bailes tradicionales y desfiles militares.
Tanzania, un país que habitualmente contravino los intereses nacionales de Marruecos en el problema del Sahara, en esta ocasión se puso de pie para aclamar a Mohammed VI.
La prensa tanzana destacó los intereses comunes entre estos países, dado que ambos son miembros fundadores de la Unión Africana, y ambos conocieron las iniquidades del colonialismo y libraron heroicas luchas de resistencia pagando un alto precio por la libertad.
Ambos son también, países que han afirmado su identidad africana por encima de todas las barreras que puedan existir.
Marruecos pagó un alto precio por su dignidad, debiendo retirarse de la Unión Africana en protesta por el erróneo apoyo creado por intereses extranjeros a la región, a favor del Frente Polisario, grupo separatista reivindicador de una república fantasma en el Sahara.
La RASD, República Arabe Saharaui Democrática, fue el detonante de un conflicto artificial sin pista de aterrizaje, que hoy hace sentir sus últimos estertores. A pesar del injustificado apoyo que logró aglutinar, dicha república fantasma nunca reunió los requisitos exigidos por todo estado soberano, pues jamás poseyó territorio, viviendo su ficción en tierras argelinas. No pudo conformar nunca un gobierno independiente, pues sus mandones de turno estuvieron siempre sometidos al gobierno y al ejército de Argelia. Tampoco nunca tuvo una población de verdad, pues hizo pasar por ésta al conglomerado de secuestrados que tiene sometido a un verdadero cautiverio en Tinduf.
Hoy el Rey de Marruecos ha decidido reclamar el derecho absoluto de su nación a pertenecer a la Unión de un continente cuya identidad reafirma con sus luces y sombras. Marruecos es una tierra de frondosos bosques, sierras y clima seco, con un desierto que ha convertido en símbolo de su identidad.
Bajo un liderazgo que hace de la prudencia un sello de sus políticas, Marruecos se ha convertido en importante actor económico de Africa, un destino turístico preferido en todo el mundo, un país de agricultura moderna, pluralista y tolerante, atributos que lo han ubicado en el privilegiado lugar de ser una de las cinco mayores economías de Africa. Se clasificó además como eel primer país de África por el índice de calidad de vida de la EIU, por delante de Sudáfrica.
Dando prioridad a la agricultura y el turismo, Marruecos se ha convertido en un país ejemplar para el resto de Africa.
En una larga carta a una cumbre de la Unión Africana (UA) en Ruanda, el Rey Mohammed VI de Marruecos había declarado la intención de su país para volver a ser un miembro de la unión.
El retorno es impostergable, sobre todo si se consideran los éxitos políticos y económicos de una tierra bendecida, donde un visitante extranjero parece golpear las puertas del cielo, en una ensoñadora franja extendida entre el mar y el desierto.
Law Dreyfusard
09/nov/16 01:23 h.
Los tanzanos dieron esta semana una calurosa bienvenida al rey Mohamed VI de Marruecos, adalid de la modernidad y la tolerancia religiosa en el Magreb.
Dar es Salam, la ciudad mas poblada de Tanzania, se vistió de gala para recibir la visita real marroquí, en cuyo honor fueron disparadas las veintiún salvas de artillería, además de organizarse bailes tradicionales y desfiles militares.
Tanzania, un país que habitualmente contravino los intereses nacionales de Marruecos en el problema del Sahara, en esta ocasión se puso de pie para aclamar a Mohammed VI.
La prensa tanzana destacó los intereses comunes entre estos países, dado que ambos son miembros fundadores de la Unión Africana, y ambos conocieron las iniquidades del colonialismo y libraron heroicas luchas de resistencia pagando un alto precio por la libertad.
Ambos son también, países que han afirmado su identidad africana por encima de todas las barreras que puedan existir.
Marruecos pagó un alto precio por su dignidad, debiendo retirarse de la Unión Africana en protesta por el erróneo apoyo creado por intereses extranjeros a la región, a favor del Frente Polisario, grupo separatista reivindicador de una república fantasma en el Sahara.
La RASD, República Arabe Saharaui Democrática, fue el detonante de un conflicto artificial sin pista de aterrizaje, que hoy hace sentir sus últimos estertores. A pesar del injustificado apoyo que logró aglutinar, dicha república fantasma nunca reunió los requisitos exigidos por todo estado soberano, pues jamás poseyó territorio, viviendo su ficción en tierras argelinas. No pudo conformar nunca un gobierno independiente, pues sus mandones de turno estuvieron siempre sometidos al gobierno y al ejército de Argelia. Tampoco nunca tuvo una población de verdad, pues hizo pasar por ésta al conglomerado de secuestrados que tiene sometido a un verdadero cautiverio en Tinduf.
Hoy el Rey de Marruecos ha decidido reclamar el derecho absoluto de su nación a pertenecer a la Unión de un continente cuya identidad reafirma con sus luces y sombras. Marruecos es una tierra de frondosos bosques, sierras y clima seco, con un desierto que ha convertido en símbolo de su identidad.
Bajo un liderazgo que hace de la prudencia un sello de sus políticas, Marruecos se ha convertido en importante actor económico de Africa, un destino turístico preferido en todo el mundo, un país de agricultura moderna, pluralista y tolerante, atributos que lo han ubicado en el privilegiado lugar de ser una de las cinco mayores economías de Africa. Se clasificó además como eel primer país de África por el índice de calidad de vida de la EIU, por delante de Sudáfrica.
Dando prioridad a la agricultura y el turismo, Marruecos se ha convertido en un país ejemplar para el resto de Africa.
En una larga carta a una cumbre de la Unión Africana (UA) en Ruanda, el Rey Mohammed VI de Marruecos había declarado la intención de su país para volver a ser un miembro de la unión.
El retorno es impostergable, sobre todo si se consideran los éxitos políticos y económicos de una tierra bendecida, donde un visitante extranjero parece golpear las puertas del cielo, en una ensoñadora franja extendida entre el mar y el desierto.
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