Desde la Estación Espacial Internacional se puede ver a un cocinero siciliano haciendo pasta al pesto en Palermo. También se puede ver el golfo de México y Nueva York muy iluminada. Y Toledo de día. De noche en el espacio se ve la península ibérica con mucho brillo en sus costas y una estrella en el medio. Y el Oceanográfico de Valencia. También se ve Madagascar como flores rojas y verdes. Y los glaciares blancos de Chile. Desde la Estación se ve la isla Barrera que protege Venecia. También la ropa que pones a secar en el tendal del campo de Granada. Y también se ven las guerras. Pero más de lejos. Se ve a Putin pero más pequeño. Se ve a Netanyahu abreviado. Se puede ver al mismísimo Trump, de cabeza naranja, mientras visita una fábrica en ruinas de Detroit. Desde el espacio los tres parecen muy pequeñitos. Y no tienen voz. Desde la estación ninguno de los tres tiene poder para destruir cosas. En el espacio se ve claramente que a cualquiera de ellos lee puede caer un meteorito. Tenga cabeza naranja o no.
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