Será el próximo domingo, coincidiendo con la Gala de los Goya, que son esos premios en los cuales los antiamericanos y “comprometidísimos” actores españoles, permítaseme la generalización que ya se sabe que caben las excepciones, se ponen a emular cual Paco Martínez Soria en Nueva York, los premios Oscar de Hollywood. O sea, que son una copia de los premios yankee en versión hortera-cutre. Nada que ver con Cannes o Berlín. Les confieso que desde la politizada y sectaria gala del “No al PP” que montaron allá por 2004 no he vuelto a ver, ni veré, gobierne quien gobierne, dicha gala subvencionada con mi dinero. Lo que quiero es que no se les de un euro de mi dinero a toda esta tropa de millonarias plañideras. Como no quiero financiar a los sindicatos, ni a los partidos, ni a la TVE de las “irregularidades de infarto” según la auditoría realizada sobre la gestión del hombre de consenso del régimen, Luis Fernández que aún sigue abierta y gastando dinero a espuertas de los españolitos.
Televisión Española, la casa por la ventana, me dicen emitirá en el espectáculo de los chicos del “No a la guerra” que presentará un tal Andreu Buenafuente, chico de Roures, o sea de ZP y González-Sinde, con unos cuantos minutos de retardo en la emisión de la señal. No sea que alguno con mala baba tenga la mala idea de expresar su cabreo con el gobierno durante la misma. Táctica totalitaria. Me cuentan que la Plataforma de las Clases Medias, por su parte, exigirá poder participar en la gala, porque, al fin y al cabo, los españoles “somos productores forzosos y forzados del cine español”.
En un rincón, al aire libre y haga el tiempo que haga, un grupo de personas celebrarán un “photocall” alternativo bajo el lema “No a la censura”. Es la gente de Libertad 2.0, la plataforma surgida en la red para oponerse a la disposición final primera de la LES (“Ley Sinde”) y exigir la auditoría de las entidades de gestión, la adaptación de los derechos de autor y propiedad intelectual al siglo XXI y la derogación del injusto canon digital. Como presido una de las asociaciones cívicas integrantes de la plataforma, algo sé de qué va a ir la cosa. Dejemos el asunto claro: no es un acto contra los actores y sí contra la Ministra de Cultura, jefa-titiritera de la ceja, aunque el correo electrónico que la academia del cine ofrece en su web a la ciudadanía no funcione. Invitados estaban. Yo misma envié el correo electrónico. Si se presentan o no, de ellos dependerá. Pero es domingo y, a lo peor, nieva. Los ciudadanos que no podemos costear, con llegar a fin de mes por los pelos nos basta y nos sobra, ni palacetes en Boadilla ni Palacios de Congresos sin embargo, sí acudiremos. Porque es mucho lo que nos jugamos. De una tacada la libertad de expresión, el derecho al juez predeterminado por ley, a la tutela judicial efectiva o al secreto de las comunicaciones. Que no haya censura preventiva. Que el gobierno no pueda imponernos una SS que nos mande callar o cerrar.
¿Vendrán los que decían defender causas “legales, morales y justas” o acaso sucederá que hace calor junto al poder y la subvención y muchísimo frío junto al pueblo y ellos son muy frioleros? El lunes se lo cuento.
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