Julieta Arcos (Emma Suárez) está decidida a abandonar Madrid para irse a vivir a Portugal junto con su pareja, un conocido escritor (Darío Grandinetti). Sin embargo, un encuentro casual la hará cambiar de parecer y revivir su doloroso pasado.
Julieta es el vigésimo largometraje del cineasta manchego Pedro Almodóvar, que adapta aquí tres relatos cortos (Destino, Pronto y Silencio) de la escritora canadiense y Premio Nobel de Literatura 2013 Alice Munro. El autor de Todo sobre mi madre consigue trasladar el texto original a su propio universo fílmico, alumbrando un sobrio drama femenino que gravita en torno a temas como el pasado, la pérdida, el paso del tiempo o la culpa. Dos actrices interpretan a la protagonista en diferentes épocas: Adriana Ugarte y Emma Suárez.
Almodóvar utiliza el flashback (y el flashback dentro del flashback) como principal recurso narrativo a lo largo de la película. En el arranque del filme, vemos a una Julieta madura (Emma Suárez) preparándose para abandonar Madrid, ciudad a la que no parece tener demasiado cariño. Sin embargo, cuando por casualidad se topa en la calle con Beatriz (Michelle Jenner), una antigua amiga de su hija, decide revocar su hasta entonces firme decisión. Obviamente sucede algo que los espectadores desconocemos. Algo concerniente al pasado de Julieta que el director, mediante una epístola que la protagonista comienza a escribir a su hija, nos irá revelando en diversos flashbacks que se inician a bordo de un tren, donde una por entonces joven Julieta (Adriana Ugarte), profesora de filología clásica, conoce a Xoan (Daniel Grao), un atractivo pescador con el que pasa una noche de pasión...
Julieta es una historia bien contada en la que destacan las transiciones entre segmentos temporales y una sobria propuesta formal no exenta de los elementos coloristas de puesta en escena característicos en el realizador. Empero carece de la intensidad dramática necesaria para implicar emocionalmente a quien la visiona, y los personajes resultan bastante planos en su descripción. Además, ese "misterio" inicial que se plantea termina siendo demasiado convencional en su desarrollo y conclusión para lo que, en principio, se presuponía.
En definitiva, Julieta constituye una obra madura y más que digna, aunque algo falta de inspiración.