Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Perspectiva de Levante
Domingo Delgado

¡Adios al tradicional libro de familia!

|

El Consejo de Ministros acaba de aprobar una disposición legal de reforma del Registro Civil, que hace desaparecer al tradicional “libro de familia”, mediante la correspondiente informatización de los trámites que vayan desterrando el burocrático papeleo de los Registros Civiles con las consiguientes colas que últimamente padecían los ciudadanos en los mismos.

Dicho cambio, no sólo responde a un nuevo ajuste informático de estas oficinas públicas, sino de un rediseño del procedimiento establecido para las inscripciones y anotaciones en estos. Dentro del plan de reforma general que se pretende acometer en España con la oficina judicial.

Tal es el caso, que las inscripciones serán de personas y no de hechos, de forma que tomando como partida la inscripción de la persona, tras su nacimiento, a través de la asignación de un “código personal de ciudadanía”, se generará la oportuna ficha personal, y se desterrarán los viejos “libros de familia”, tratando de simplificar el papeleo de los trámites en estas oficinas, pues con la ayuda de las técnicas informáticas y de internet, cualquier ciudadano podrá consultar su ficha, desde cualquier oficina de España. Siendo sustituidos los “libros de familia” por certificaciones registrales que el interesado podrá conseguir a través de internet. Evitándose así molestias de desplazamientos y colas en estas oficinas públicas, acercando la Administración Pública al ciudadano a través de la red.

Naturalmente, ni que decir tiene, que los Registros Civiles se beneficiarán de una importante descarga de trabajo, que se simplificará y facilitará a través de internet, dejando la asistencia personal a estas oficinas para trámites extraordinarios o de puntual particularidad.

Como consecuencia de todo lo anterior, esta reforma “desjudicializa” los Registros Civiles, y recupera a los jueces –que actualmente prestan servicio en los mismos- para su incorporación en otros órdenes de la jurisdicción donde puedan implementar las plantillas en beneficio de una mayor agilidad de la tramitación judicial, resultando que estas oficinas pasan a ser de carácter meramente administrativo.

Por todo lo cual, saludamos favorablemente la reforma, que esperamos que en sus aspectos técnicos de ajuste y puesta en práctica no desmerezca el importante intento político de facilitar este tipo de trámites a los ciudadanos, actualizando las Administraciones Públicas al S.XXI. Sin que se pierda de vista que la razón de ser de toda Administración Pública ha de estar al servicio del ciudadano, para lo cual hay que ir perdiendo las prácticas endogámicas de la burocracia tradicional, procurando su simplificación y acceso.

¡Adios al tradicional libro de familia!

Domingo Delgado
Domingo Delgado
lunes, 11 de enero de 2010, 01:08 h (CET)
El Consejo de Ministros acaba de aprobar una disposición legal de reforma del Registro Civil, que hace desaparecer al tradicional “libro de familia”, mediante la correspondiente informatización de los trámites que vayan desterrando el burocrático papeleo de los Registros Civiles con las consiguientes colas que últimamente padecían los ciudadanos en los mismos.

Dicho cambio, no sólo responde a un nuevo ajuste informático de estas oficinas públicas, sino de un rediseño del procedimiento establecido para las inscripciones y anotaciones en estos. Dentro del plan de reforma general que se pretende acometer en España con la oficina judicial.

Tal es el caso, que las inscripciones serán de personas y no de hechos, de forma que tomando como partida la inscripción de la persona, tras su nacimiento, a través de la asignación de un “código personal de ciudadanía”, se generará la oportuna ficha personal, y se desterrarán los viejos “libros de familia”, tratando de simplificar el papeleo de los trámites en estas oficinas, pues con la ayuda de las técnicas informáticas y de internet, cualquier ciudadano podrá consultar su ficha, desde cualquier oficina de España. Siendo sustituidos los “libros de familia” por certificaciones registrales que el interesado podrá conseguir a través de internet. Evitándose así molestias de desplazamientos y colas en estas oficinas públicas, acercando la Administración Pública al ciudadano a través de la red.

Naturalmente, ni que decir tiene, que los Registros Civiles se beneficiarán de una importante descarga de trabajo, que se simplificará y facilitará a través de internet, dejando la asistencia personal a estas oficinas para trámites extraordinarios o de puntual particularidad.

Como consecuencia de todo lo anterior, esta reforma “desjudicializa” los Registros Civiles, y recupera a los jueces –que actualmente prestan servicio en los mismos- para su incorporación en otros órdenes de la jurisdicción donde puedan implementar las plantillas en beneficio de una mayor agilidad de la tramitación judicial, resultando que estas oficinas pasan a ser de carácter meramente administrativo.

Por todo lo cual, saludamos favorablemente la reforma, que esperamos que en sus aspectos técnicos de ajuste y puesta en práctica no desmerezca el importante intento político de facilitar este tipo de trámites a los ciudadanos, actualizando las Administraciones Públicas al S.XXI. Sin que se pierda de vista que la razón de ser de toda Administración Pública ha de estar al servicio del ciudadano, para lo cual hay que ir perdiendo las prácticas endogámicas de la burocracia tradicional, procurando su simplificación y acceso.

Noticias relacionadas

Realmente, la función de la filosofía se desarrolla, como un saber crítico de segundo grado, que analiza los contenidos de las diversas ciencias. Es un saber que se interesa por toda la realidad y el presente. Ya en vida de su creador Gustavo Bueno, su materialismo demostró una potencia explicativa extraordinaria, superior a la de otras corrientes o sistemas filosóficos.

Hay cosas cómicas que hay que tomar muy en serio. Son gansadas que retratan nuestro mundo. Representan el ombliguismo que nos rodea. El término es magistral: define aquello que cree está en el centro del cuerpo (del universo), sin reparar que su función se volvió inútil hace ya tiempo.

Hace unos días recibí de la editorial Anagrama el libro de Roberto Saviano titulado Los valientes están solos. Libro apasionante que he comenzado a devorar por la forma directa de contar una historia de coraje e integridad que terminó con los restos del juez Falcone volando por los aires a consecuencia del atentado perpetrado por la Cosa Nostra, al mando de ese tipo con cara de paleto bobo, Salvatore Totò Riina.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto