Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Carta al director

​Picanya

Emmanuel Rueda Girondo, Vigo
Lectores
miércoles, 20 de noviembre de 2024, 13:24 h (CET)

Alfalfar. En una nave industrial un niño flota sobre el agua que penetra por todas partes. Catarroja. Una mujer se salva de la riada agarrándose con toda su vida a una sábana anudada. Picanya. Decenas de coches yacen torcidos y peleados entre sí en posturas imposibles. Entre las chapas no cabe ni un alfiler. La crecida del barranco de Picanya se ha llevado la vida de muchas casas. Se ven trozos de paredes que fueron blancas. Restos de fachadas que fueron amarillas o rojas. Valencia. Cientos de voluntarios caminan sobre los puentes portando cepillos como soldados en guerra. No sé cuántos mundos tendremos que destruir para que un niño vuelva a flotar en una maleta en Alfalfar. Cuánto seguiremos contaminando para que una mujer se agarre a una sábana en Catarroja. Quizás la próxima no halla sábana blanca. Cuánta basura tenemos que seguir expulsando para que las casas no que queden sin vida en Picanya. Cuánto humo echaremos a la atmósfera hasta que nos demos cuenta de que no habrá más maletas ni sábanas blancas.

Noticias relacionadas

Cuando Zapatero dejó de proteger a unos cuantos de “su club de la ceja” ocurrieron cosas como que Joaquín Sabina –ese cantante rojo confeso y vividor fiel y multimillonario que ningún padre querría para su hija– estuvo en el punto de mira de Hacienda por un presunto fraude fiscal. «¿Tú también?», se preguntó en ese momento la izquierda progre. Y no sólo él, también estuvieron señalados otros como Serrat, J.J. Vázquez o Bardem...

El cristianismo posee una influencia filosófica derivada del platonismo y el aristotelismo y también del neoplatonismo. Si pensamos, por ejemplo, en teólogos y filósofos de la categoría de San Agustín y Santo Tomás de Aquino. La doctrina cristiana se expresa además como la manifestación de la inquietud del corazón humano o, lo que es lo mismo, como señal de su vocación al infinito.

El miedo es un cúmulo de sensaciones bruscas y ásperas, provocadas por una inminente amenaza que todos los humanos, unos más que otros, tenemos una aversión enorme, y cuando vemos el peligro, nos retiene en nuestros sentidos todas estas sensaciones, una desconfianza enorme y difícil de descifrar, dejándonos aturdidos y confundidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto