Según el Código Penal español, la omisión de socorro se castiga con una pena de multa de tres a doce meses, siempre que se haya podido prestar ayuda sin riesgo propio ni de terceros. Gracias a Dios, todavía en España no se han producido víctimas del creciente antisemitismo, pero hay muchas formas de morir… Gracias a Dios, solo ha habido conatos de violencia física, verbal, marginación antisemita, pero hay heridas que con el tiempo producen fallecimientos, Sr. Sánchez... De esos decesos yo le hago responsable, Sr. Sánchez. De esos asesinatos yo le culpabilizo. De esas cobardes desatenciones de auxilio es usted el coautor, Sr. Sánchez. Si le pasara algo grave a un judío en España, Dios no lo quiera, tenga por cuenta que es usted el causante por apoyar a Hamás. Porque, teniendo a los medios de comunicación en sus manos para poder evitar el sufrimiento de estas buenas personas, si no lo hace será usted cómplice de esas defunciones, Sr. Sánchez... Mi madre decía que todo aquello que se pueda pagar con dinero resulta barato. Pero, ¿Cómo podría usted pagar la muerte de un ser humano? ¿Cómo le suavizaría usted la herida por la muerte de su marido, de su hijo, de su hija… a esa madre, Sr. Sánchez? Clamo a su conciencia, si aún le queda algo: “Por favor, antes de que ocurra alguna desgracia, tenga consideración del sufrimiento de mis amigos, los judíos, Sr. Sánchez”
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