En este tiempo de tribulación creo que no viene nada mal rescatar ciertos
pensamientos de autores grecorromanos. Sus reflexiones y recomendaciones
relativas al ámbito público, además de ser aleccionadores, pueden realmente
trasladarse a la actualidad. Estoy convencido que a cada testimonio son ustedes
capaces de asignarle un rostro, o trazar una semejanza con coyunturas políticas
o sociales coetáneas.
“De la nube procede la fuerza de la nieve y del granizo, y el trueno sale del
fulgurante rayo; a manos de los grandes perece el estado, y el pueblo, por
ignorancia cae en la esclavitud de un tirano. El que eleva demasiado a un
hombre no puede después contenerle fácilmente. Antes de empezar hay que
pensar en todo”. Solón
“Como mejor seguirá el pueblo es si no se le deja demasiado suelto ni se le
oprime (…) En asuntos importantes es difícil agradar a todos” Solón
“Calmad en vuestro pecho, vuestro fuerte corazón, vosotros que habéis llegado
a una riqueza excesiva, y en la medida contened vuestra ambición, pues ni
nosotros obedeceremos ni todo saldrá a satisfacción (…) Hay muchos
malvados que son ricos mientras que los buenos son pobres, pero nosotros no
les cambiaremos la virtud por su riqueza, porque la primera dura siempre,
mientras que los bienes de fortuna los posee ora uno, ora otro” Solón
“Es sencillamente absurdo y de gran candidez el creer que, cuando la
naturaleza humana se lanza a hacer algo con entusiasmo, hay algún medio de
contenerla, sea por la fuerza de las leyes o por alguna otra amenaza”
Tucídides
“Y ser querido y amado por los súbditos a quien manda, que es lo más
principal, se adquiere por la misma vía que si alguno quiere ser amado por los
amigos; lo cual, según pienso, no se puede alcanzar de otra manera que
haciendo bien públicamente” Jenofonte
“Muchas veces he pensado, y ahora también lo pienso, que el buen príncipe no
difiere en nada del buen padre. Los padres proveen a los hijos para que nunca
les falte el bien; y Ciro me parece ahora que nos aconseja aquello con que
podamos vivir siempre bienaventurados” Jenofonte
“Ni es en las más brillantes hazañas donde se demuestra totalmente la virtud o
la maldad, sino que con frecuencia un pequeño asunto, una palabra, o una
broma revela mejor el carácter de una persona que combates en que los
muertos se cuentan por miles o grandes desfiles militares y asedios de
ciudades” Plutarco
“(Mecenas a Augusto) No permitas que te sean concedidas pródigas y
excepcionales distinciones, ni de palabra ni de obra, ni por el Senado ni por
ningún otro (…) Debes aprender de tus buenas acciones para lograr cualquier
gloria adicional. Y no permitas que se hagan imágenes tuyas de oro y de plata,
pues a más de costosas incitan a su destrucción (…) Y no permitas que te sean
levantados templos… Ese dinero será empleado mejor en otros casos
necesarios (….) Pues de los templos no se logra el aumento de la gloria: la
virtud es lo que hace a los hombres semejantes a los dioses y nadie llega a ser
Dios por votación. Por eso si eres bueno y gobiernas bien toda la tierra será tu
recinto consagrado, todas las ciudades tus templos, y todos los hombres tus
estatuas, ya que serás glorificado y venerado dentro de sus
pensamientos” Dión Casio